La primera publicación acreditada como Órgano Oficial del Movimiento Revolucionario 26 de Julio en Oriente, nació a inicios de diciembre de 1956, con el nombre de Boletín Informativo que se transformaría luego en Últimas Noticias, hasta pasar a Sierra Maestra, cumpliendo un acuerdo de la Dirección Nacional de Propaganda del Movimiento de que con ese nombre se editara en las seis provincias cubanas de esa época.
Así, desde sus inicios, los boletines y Sierra Maestra cumplieron su misión de denunciar los crímenes de la tiranía, difundir la verdad sobre la guerra y convocar al pueblo al combate. Decenas de hombres y mujeres arriesgaban todos los días su vida para redactar, imprimir y distribuir esta publicación.
Ya en diciembre de 1958, Miguel Deulofeu Ramos, Responsable de Propaganda del M-26-7- en Oriente, fue llamado al Segundo Frente Frank País, donde recibió las indicaciones, ante el inminente ataque rebelde a la capital oriental, de poner los periódicos y emisoras aquí existentes en función de arengar a los oficiales y soldados de la tiranía a virar sus armas contra ésta y para orientar a la población.
Esta misión fue bien cumplida. Por coincidencia, el último número de Sierra Maestra en la clandestinidad fue distribuido el mismo día de la victoria revolucionaria.
Como parte de esa estrategia rebelde, la Sección de Propaganda del Movimiento se presentó en los talleres del periódico Diario de Cuba, ubicado en Corona 502, a cuya dirección se le comunicó que al otro día el periódico saldría con el nombre de Sierra Maestra, Pero hubo un hecho que lo impidió. El Responsable Nacional de Propaganda, Carlos Franqui- luego traidor- indicó que el nombre del periódico no sería ése, sino: Revolución. Y así se hizo.
Este personaje planteó, además, que la propiedad privada tenía que ser respetada y habló hasta de devolución, a lo cual Miguel Deulofeu respondió que si así fuera, en su criterio, debía ser entregado a los trabajadores para que crearan una cooperativa. Pero esa maniobra fue frustrada.
En virtud del cambio de nombre, el periódico se editó, hasta el 13 de enero de 1959, con el de Revolución. Pero al día siguiente, retomó su nombre de guerra, que perdura hasta hoy: Sierra Maestra. La fundamentación de esa decisión la expuso el compañero Jorge Risquet, en septiembre de 1982, en entrevista por este órgano publicada.
“Cumpliendo órdenes del Comandante Raúl Castro, en la primera semana de enero, comuniqué a los editores de Revolución que éste se imprimiría en La Habana y que, en su lugar, en aquellos talleres del Diario de Cuba, se editaría el periódico Sierra Maestra”.
Como director de este órgano de la Revolución fue nombrado José Nivaldo Causse, y como subdirector, Miguel Deulofeu Ramos. La lucha, después de la victoria, no fue menos tensa. Así la describiría el propio Causse:
“El triunfo de una revolución radical, verdadera, polariza la lucha de clases, y en este contexto comparece Sierra Maestra desempeñando el papel de vocero de las fuerzas más radicales, más revolucionarias, por lo que choca notablemente con los que de una manera u otra tratan de frenar el impulso de la Revolución”.
Esta es parte de la historia del Sierra Maestra que hoy continúa firme y fiel a la Revolución, sin traicionar nunca la confianza expresada a su colectivo por Raúl, de que en él confiaba para los combates presentes y los que están por venir.