Uno de los hijos, cuenta a Sierra Maestra que de las producciones agrícolas vivía toda la familia. Su nombre: Hermis Isaac Ferrer, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Gustavo Moll, en el municipio de San Luis:“Mis primeros años fueron bastante difíciles, íbamos a la escuela por la mañana y en la tarde ayudábamos a los viejos en la agricultura o viceversa. Somos cuatro hermanos; nos turnábamos en horarios diferentes, de eso vivíamos”.
Gracias al triunfo revolucionario, tras el sexto grado pudieron becarse en secundaria básica y preuniversitario. En la familia hay económicos que cumplieron misión en Angola, técnicos, otros culminaron el 12mo grado, y Hermis se hizo mecánico de tanque y transporte en el Instituto Técnico Militar.
Al concluir el Servicio allí, estuvo en La Habana ejerciendo en la empresa de mecanización nacional, como Jefe de Autoconsumo; de regreso a su Oriente laboró en la Dirección de la Agricultura, luego en una Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA), en el Partido Municipal, hasta volver a sus raíces, en una finca familiar, hace 14 años.
El fruto de la tierra
En Santa Rita del Rosario, un lugar más conocido como el Paladar de Elena, está el consultorio médico de la familia, una tiendita, la sala de TV, la CCS Gustavo Moll...
Allí mismo, en su finca familiar, Hermis Isaac atiende la ganadería, su objeto fundamental en 20 ha de potreros, donde cuenta, además, con seis vacas gestantes, ovejos... También dedica 6 ha a los cultivos varios, para un total de 26.2 ha de tierra en sus manos.
Para la Campaña de Frío se han sembrado 2 ha de maíz, una de yuca, media de boniato, 200 plantas de café para el autoconsumo, plátano, y ahora en diciembre debe entregar entre 5 000 y 10 000 mazorcas, en apoyo a la feria de Fin de Año.
“Mi esposa, nieto, hijo y hermano trabajamos aquí. Ahora con el niño estudiando en la secundaria básica hacemos una actividad los fines de semana con labores agrícolas y un almuerzo mejorado juntos. Se cultiva y se hace caldosa entre todos”.
Hermis tiene tres hijos (técnicos medio y uno licenciado), siete nietos y un bisnieto. Como Secretario del Núcleo del Partido aporta a la economía del hogar, de la comunidad y sus vecinos, desde la 'Gustavo Moll', que apuesta por mejores resultados.
A sus 60 años, producir alimentos, aprovechar la tierra al máximo para que dé sus frutos en contextos difíciles, constituye el mayor mérito y reflejo de una obra personificada de la Revolución cubana, a casi seis décadas y un lustro de historia.