A diario escuchamos diversas opiniones como: “Esto está malo”, “cuando no falta el agua, falta la corriente, cuando no el combustible, el transporte”, “el cubano vive pensando cómo llevar la vida y la economía familiar”. “el alza de los precios no tiene límite”…
Para ser justos, es cierto que “la jugada está apretada”, pero también es cierto que la mayoría integran el pelotón de avanzada de los agradecidos que apuestan por mantener la Revolución y el Socialismo.
No podemos ver únicamente las manchas del Sol, todos hemos sido testigos que cientos de personas trabajan incansablemente para afectar lo menos posible al pueblo y garantizarle lo básico para la vida.
Hay quien dice que el bloqueo no existe, ejemplos hay de sobra que demuestran que está ahí, sin piedad, imponiendo nuevas medidas y restricciones; últimamente esa cruel política ha afectado los alimentos de la Canasta Familiar Normada, la leche para los niños, las medicinas, los insumos para los hospitales, pero cada día el pueblo se levanta con la voluntad de seguir creando.
No podemos olvidar la pandemia de la Covid-19, momentos muy duros para el país, en los que no se podían adquirir ni los equipos de oxígeno; los científicos, técnicos y especialistas que tenían que ver con el asunto, crearon esos equipos, también trabajaron en los candidatos vacunales, y se controló la epidemia, eso solo se logra en un país como el nuestro.
El Gobierno y el Estado no están cruzados de brazos, como se explicó hace un tiempo, en ocasiones se realizan los pagos por adelantado de X productos y no llegan en tiempo o el dinero es devuelto porque las navieras que tocan puertos cubanos son multadas.
Debemos tener en cuenta las adversidades en que vivimos, y pensar con sangre fría que a nivel de país se hacen esfuerzos y gestiones para poder garantizar los recursos, no solo de alimentación. Que tenemos insuficiencias, que se han cometido errores, es cierto; pero lo más importante es que se trabaja para solucionarlos. Hay que acabar de interiorizar lo que dijo el Presidente cubano que es imprescindible desarrollarnos y producir bienes y servicios para lograr la emancipación.
La vida nos está demostrando que hoy más que nunca tenemos que estar unidos, sin importar raza ni credo, y todos trabajar por un bien común, el desarrollo y la estabilidad económica y social de Cuba.