Sus días por lo general son un arcoíris de emociones, con mañanas agitadas, tardes, noches y madrugadas que se unen sin percatarse de la salida y caída del sol, asumiendo con amor y responsabilidad cada momento, compartiendo su tiempo en realizar ejercicios físicos, llevar a sus niños a la escuela y al círculo, acompañarlos con devoción en cada tarea escolar y extracurricular, en compartir un café con amistades, en ser la directora de Dlibélulas, una empresa privada que se dedica a la decoración de fiestas de quince, boda, decoraciones de interiores, artesanía utilitaria, todo al estilo Vintage.
La entrevista la hicimos por los métodos tradicionales y por uno de los más modernos, pues el tiempo nunca era suficiente para dedicar una media hora de entrevista, entonces WhatsApp nos permitió terminar una interesante conversación.
"Me llamo Laura Tania Montañés García, pero adoro cuando mis amigos me llaman Lau, también cuando me identifican con una libélula.Tengo 36 años y soy dueña de un emprendimiento que nació en el garaje de mi casa, con un serrucho y un martillo prestado y la madera, pues de una cama de parlets que yo misma desbaraté y he aquí mi lado de mujer con la locura a flor de piel", afirmó.
El diálogo con Lau es siempre hermoso, pues pertenece al equipo de las que suman, brindan siempre sonrisas y esperanzas, de esas mujeres muy ocupadas, pero siempre con alegría y optimismo ante la vida, de las que disfruta a sus hijos, quienes muchas veces la acompañan en la creación de sus obras y proyectos, porque como ella misma dice, son su mayor fuente de inspiración y apoyo.
"Dlibélulas hice llamar a la marca que quedó registrada el 7 de febrero del 2022 y creo que ha sido como mi tercer hijo, pues además soy mamá de dos niños de siete y cinco años, y he aquí mi lado de madre, a veces sin paciencia, otras cariñosa, planificando hasta el último minuto para hacer tareas, ir al deporte, ver muñes, leer cuentos, jugar y hasta aprender los nombres de los nuevos amigos".
Sobre su emprendimiento afirma que ha sido como dar a luz a lo que ella llama libertad, creciéndose en cada nuevo trabajo para no romper con su estilo Vintage, reinventándose ante las escaseces y convirtiendo los obstáculos en aliados.
"Sería una locura hoy en día cruzar los brazos y sentarse, esto lo haría quien no ama lo que hace. Dlibélulas surgió durante el periodo de confinamiento, creo que fue una etapa maravillosa para muchos de los emprendedores que hoy han cumplido varios sueños. Y así fue para mí esta libélula que representa magia, elegancia, felicidad, afirma mientras muestra su pequeño tatuaje en la muñeca.
Laura es la delegada del aula de su pequeño príncipe, y además de las orientaciones que brinda al grupo de WhatsApp es muy frecuente que solicite la atención del resto de las madres para su colaboración con determinado proyecto en el que se encuentre trabajando.
"Sí me han chocado un poco la escasez de madera, la subida de los precios de los materiales, pero nada que sea imposible de lograr. Hay que reinventarse cada día, pues si ves las cosas con amor, no hay nada imposible.
“Por eso puedes verme recogiendo por las calles cualquier objeto desechado por otros, desde un pomo hasta una tapa, porque para mí todo es usable, lo más mínimo con un poco de color sirve. Mis amigos me han ayudado bastante, mi equipo de trabajo y hasta la misma competencia. Suelo también diseñar bajo los criterios modernos del arte Vintage, pues te permite usar desde una caja de madera hasta una maleta vieja. Quedarse sin opciones no está permitido para Dlibélulas”.
Lau se autodefine como una constante soñadora, más que emprendedora, porque para ella no hay modo de detenerse.
"Es cómico como todos piensan que estoy loca cuando no duermo preparando el próximo trabajo, pero ahí está la verdadera magia, en el empeño. ¿Qué me canso? Pues obvio. A veces también me he quedado sin ideas, pero en mi WhatsApp tengo una lista de contactos maravillosos que me hacen crecer", afirma con una sonrisa.
Mujeres y madres como ella son motivo de orgullo en nuestra sociedad, y como Laura podemos decir que existen muchas en Santiago y en toda Cuba, de las que se crecen cada día para conducir y brindar a sus hijos mejores oportunidades y son ejemplo de responsabilidad, honestidad y perseverancia.
Lau tiene muchas personas que la apoyan en todos los sentidos, pero existe alguien en su vida que es bastón y sostén, armonía, impulso y su mejor crítica.
“Mi mamá es parte del equipo, es más bien la retaguardia, pendiente absolutamente de todo, desde el agua y el café mientras trabajamos hasta de los detalles de la decoración, y cuida de los niños cuando así lo ha requerido el trabajo.
Sus conocimientos como arquitecta, le permiten ser la diseñadora principal de su empresa, además de ser la responsable del presupuesto y el marketing en las redes sociales.
"Dlibélulas está llena de oportunidades. Hace ya mucho dejé de competir con los demás, para hacerlo conmigo misma en esta carrera interminable de crecimiento, donde está prohibido amilanarse. Es mi mejor manera de ser feliz y estar en paz conmigo misma, de explicarles a mis hijos que en la vida hay que tener retos y vencer obstáculos, y que todo lo que te propongas es posible, con amor y perseverancia”.