El Jurado, encabezado por Abel Prieto Jiménez (Literatura), Omar Valiño (Edición) y Pedro Pablo Rodríguez (Ciencias Sociales y Humanísticas), en el caso de Alfaro Pena “destacó la larga trayectoria profesional de casi medio siglo en la Editorial Oriente, con una extensa lista de títulos de destacados autores cubanos, que ha hecho de su especialización en la temática histórica una obra de amplia resonancia cultural”.
Otro que no tiene el menor recato al exteriorizar su alegría por el triunfo de Natividad es su compañero en la vida y en mil batallas: Francis Velázquez, y nosotros, que estamos bien cerca de la labor que ella realiza y conocemos de su consagración y calidad como editora, también la felicitamos.
Lo que continúa es, en síntesis, parte de una conversación que la premiada sostuvo con la destacada periodista Aída Quintero Dip, quien asegura que Alfaro Pena “ha conquistado un sitio de privilegio entre los editores cubanos por su constancia, ética y maestría en el difícil arte de revisar, corregir, pulir y hasta realzar la obra de escritores noveles y consagrados que le entregan sus textos con la certeza de dejarlos en buenas manos”.
Natividad iba a ser ingeniera cuando entró en la Universidad de Oriente. Pero al conocer la Editorial Oriente se llenó de otros sueños, cambió para Filología, en 1974 ya era correctora de estilo y desde 1980 editora, especializada en la edición de libros de historia, de ahí que toda la colección Bronce, y otras de tema histórico, llevan también el sello de la edición de Alfaro Pena.
Confesó, que su labor exige estudiar incansablemente, de todo: no solo Historia sino ahondar en la gramática, la redacción… quiere siempre llegar a la perfección y exige mucho.
Quintero Dip califica a Natividad como “voz autorizada” por lo que conoce de fechas, hechos… o por las felicitaciones que en su momento recibió de Jorge Ibarra Cuesta, María del Carmen Barcia Zequeira, Olga Portuondo, Ricardo Hodelín Tablada… por solo citar algunos autores.
De entre los reconocimientos que ha recibido, confiesa su predilección por el Premio Arturo Duque de Estrada, en la categoría Consagración a las Ciencias Históricas, y además tiene una opinión muy especial sobre dos autores: Juan Almeida Bosque y Olga Portuondo Zúñiga, por tanto que aprendió de ellos.
Javier Laffita Zamora lleva años trabajando en la composición digitalizada de los libros que edita Natividad; él no me dio tiempo a darle la noticia del Premio de la editora sino que fue Javier quien llamó emocionado:
“¡Natividad ganó el Premio Nacional de Edición; qué contenta debe estar…!”
Santiago de Cuba también está orgullosa de que una hija suya alcance un galardón como ese, que encierra tanto esfuerzo, desvelo, estudio; cuánta satisfacción debe sentir Natividad cuando tantos buenos escritores ponderan su trabajo y la buscan para poner en su regazo sus creaciones literarias.
Hay otras creaciones que, sin embargo, no se relacionan con las letras pero llevan el sello indiscutible de Natividad Alfaro Pena: son aquellas referidas a lograr ser Vanguardia Nacional del SNTC; también, que tanta gente se alegre de sus triunfos, y el hogar… ese que ha formado con Francis, el esposo, oficial jubilado de las FAR y escritor, y Raúl su hijo... entonces hay que reconocerlo: ella tiene el Premio Mayor.