Alegría de los días tristes
que se mezclan con los malestares
las náuseas, los dolores y la espera
de toda una familia, el vecindario y los amigos.
Entonces te ves más linda con tu cabello
tu piel, tu pancita, tu paso lento y tu brillo.
Tú que soportas la labor colosal de cargar a un hijo
de traerlo al mundo y comenzar de cero
empiezan los primeros alimentos
fruto elemental de tu seno
los primeros dientecitos, las primeras fiebres
y los llantos que solo tú distingues los porqués
y los sacrificios y las malas noches
que se hacen por partida doble
los cambios de ropitas que crecen por segundo
la primera palabra que siempre empieza por P
los pasitos de bebé, el caminar y el correr
la manito que se va haciendo más fuerte
lo más grande sobre tu huella de proveedora
los cuidos y las primeras enseñanzas del lenguaje
la instrucción fuera de casa, lejos de los abuelos
y tú ahí, campeona, con tus penas de espalda
aún latentes, pero con la vista al frente
y las fuerzas intactas entre una que otra lágrima
a veces de impotencia, o de desesperación
de cansancio, de tristeza o de lucha
los cambios de uniforme, la adolescencia
los regaños y el enamoramiento
el paso de las estaciones en un eterno verano
señales del tiempo
El reloj que camina cuando tú quieres que siga siendo pequeñito
cuando aún lo ves como tu niño de 30 años
y quieres correr por él o ella, soñar, que nunca llore
que siempre ría, que nada ni nadie lo espante
que el mundo no rompa lo frágil
que tu pedacito siga intacto como tu corazón
deseas hacerlo volar, lo enseñas a planear
se aleja mientras tú te rompes,
aunque sabes que siempre el amor regresa
de mil maneras diferentes.
Hoy es de esos días que escogemos para homenajear
a las guerreras de nuestras vidas
las más hermosas con sus cabellos plateados
líneas en sus rostros y andar pausado
o las primerizas
o las de descendencia numerosa
o las que no son biológicas, pero sí de corazón
a todas sin excepciones
porque en realidad ellas merecen el cariño
todos los días de nuestra existencia.
A mi Madre y a todas las Madres cubanas
a los hijos que hoy no pueden estar con ellas
por una u otra causa
les deseo Mucha Felicidad y Mucha Salud
y que siempre encuentren el camino de regreso a casa
para recordarlas, que es darles vida,
incluso desde el más allá.
A Nuestras Siempre Madrecitas: ¡Gracias por todo!