Santiago de Cuba,

Onidia, de las imprescindibles

08 March 2025 Escrito por  Mayte García Tintoré

Más de 40 años en el sector del Comercio la Gastronomía y los Servicios se dicen fácil pero no lo son.

Imposible reflejar una vida dedicada al trabajo, en la que un día jamás se iguala al otro, cuando carencias materiales y económicas pusieron a prueba su capacidad de resiliencia y creatividad, en un oficio que tiene los ejemplos más reales de cuánto afecta el bloqueo impuesto por los Estados Unidos a Cuba.

Por eso, resumir en estas líneas la grandeza de Onidia dentro del Comercio, no es solo un agasajo cuando hoy celebramos el Día Internacional de la Mujer, es el justo reconocimiento por dignificar al Sector, que no escapa de opiniones negativas, porque atiende procesos vitales que se han visto afectados por limitaciones de recuerdos, y también -para ser honestos-, por conductas inapropiadas.

En la máquina del tiempo

Esta mujer que habla de su vida con humildad y sencillez, recuerda con amor tantos años de entrega; sus inicios en la antigua Dirección Provincial de Comercio, cuando egresada de la universidad, como licenciada en Química, desde 1982 la ubicaron en el departamento de Alimentación Social y luego en el de Registro de Consumidores, del que nunca más ha podido desprenderse.

“Primero estuve como especialista, fui reserva del cuadro que atendía la labor, y al jubilarse, me asignaron la responsabilidad de la dirección; allí llevo más de 20 años, como jefa del departamento, que luego se nombró subdirección de Registro de Consumidores y Protección al Consumidor.

“El Registro de Consumidores es la unidad organizativa que controla todos los movimientos de las muy conocidas Oficodas: dígase las libretas de abastecimiento, las dietas, personal de bajas y altas, traslados; verificamos los doble consumo (personas que salen del país y se mantienen recibiendo los productos), a quienes van internos para los hogares de ancianos y hay que retirarles esa entrega, al igual que a los fallecidos, que en un término de 15 días deben ser dados de baja.

“Asimismo, ofrecemos información actualizada a esos organismos suministradores, como la Empresa Mayorista, Productos Lácteo, Cárnica, Tabaco, Café; y también llevamos el control de las personas vulnerables que reciben una atención diferenciada. En la provincia tenemos 97 oficodas entre los nueve municipios”.

El Bloqueo no es cuento

Cuando te acercas a Onidia y la escuchas, te das cuenta de que vive enamorada de la misión que desempeña, ella recuerda con nostalgia momentos de esplendor, en los que la libreta de abastecimiento no bastaba para anotar todos los renglones que llegaban a las bodegas y carnicerías.

Hace unos años -y ahora con mayor impacto-, vivimos otra realidad; que duele, que inquieta; sin embargo, a la falta de recursos, se ha impuesto la voluntad política y el compromiso social de garantizarle a la población algunos productos básicos.

“A veces los consumidores ignoran los malabares que se hacen para que llegue ese poquito de arroz, que cuesta millones traer hasta puerto cubano.

“Y es que la mano del bloqueo está, aunque mucho intenten minimizarlo. Nos pone contra la pared, pero el Estado cubano, sigue manteniendo como prioridad la entrega de esos recursos.

“El bloqueo es real, frenando cada negociación, cada entrada de navieras que resulte ventajosa, en cada transacción demorada porque el país no tiene la moneda dura para pagar, la liquidez financiera que precisa para adquirir productos básicos.

“Entonces, nuestra misión también tiene que ser orientadora, no podemos exacerbar los ánimos, tergiversar la información, y mucho menos dar cabida a conductas inapropiadas que denigren el Sector. Con la comida del pueblo no se juega, esa es una máxima, y los bodegueros y todo el personal está alertado”.

“Adoro mi trabajo y en estos años he tratado de mantener una ética profesional, que las relaciones laborales y personales sean buenas, para que todo fluya.

“Cuando alguien habla en bien del Comercio, me siento reflejada, y me enorgullece, porque he dado mi granito de arena, bueno, mi vida entera a esta función.

“También cuando se emiten criterios desfavorables me preocupo, a veces la gente absolutiza, y me molesto, porque sé -y hablo con propiedad-, de muchos que trabajan sin importar las horas del día, la noche y hasta la madrugada, con bajos salarios, a veces en condiciones desfavorables, y están ahí, dándolo todo, dignificando el Sector.

Protección al Consumidor, más que un slogan

“Entre mis misiones está fortalecer esa área de trabajo. Cuando llegamos a una unidad y no vemos las cosas bien, brindamos asesoramiento, capacitación, hacemos trabajo político, persuadimos, alertamos; y también, si es preciso, se toman medidas con quienes ante las alertas, no transformen su actuar.

“El Consumidor siempre tiene la razón, es más que un slogan, debe ser filosofía de vida, para despuntar en cualquier actividad. No me gusta el maltrato, la grosería, la falta de profesionalidad.

“Por eso siempre les hablo a los muchachos que comienzan su vida laboral aquí, les digo que ante todo tiene que gustarles la actividad, que deben capacitarse, y ponerles un poco de amor a todo lo que hagan, no puede darse un buen servicio en ninguna esfera de la vida si no va acompañado de este sentimiento”.

Si volviera a nacer...

“Yo me siento una mujer afortunada, tengo a mi madre viva con 95 años, mi hijo que se ha hecho un hombre de bien, mi compañero de vida, a mis vecinos; y he tratado de ser un ejemplo para mi familia, en el trabajo y en la comunidad.

“Sé que el tránsito por este mundo es tan solo una vez, pero si hipotéticamente tuviera la posibilidad de volver a nacer y me dieran el derecho de elegir; Cuba volvería a ser mi país; Santiago de Cuba mi ciudad natal; sin dudas, volvería a ser mujer, disfruto sus encantos y sus retos.

“No cambiaría por nada esta bella familia que es mi razón y motor impulsor; me quedaría con mis vecinos, no los quiero mejores; también con los compañeros de trabajo, porque su respeto me llega y me inspira a seguir a pesar de tener edad de jubilación.

“Y por supuesto, no cambiaría mi profesión, es mi trabajo motivo de orgullo, y el esfuerzo ha tenido su recompensa, cuando sientes que te piden un consejo, que te llaman para asumir tareas claves, cuando públicamente se premia tu labor.

“Al Comercio le he entregado mi vida, y me siento dichosa, porque he descubierto aquí el secreto de la felicidad, que no es tener, sino ser; que es tan solo, trabajar con amor”.

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