Un ejemplo que sobradamente ilustra, cuanto puede marcar un centro de trabajo a quienes laboran en este, es el MS.c. Roberto Rodríguez Sarmientos quien, con ayuda de este interlocutor, cuenta su historia de amor con la “Hermanos Marañón”:
¿Cómo llegó aquí Roberto Rodríguez?
“Llegué en el año 98 con 33 años de edad y seis de experiencia de trabajo en el sistema de Educación General, era profesor de la Secundaria Básica Julio Díaz del municipio de Guamá, y esta entidad me hizo sentir que profesionalmente yo necesitaba elevar mi nivel de preparación, me obligó a ser mejor profesor”.
Roberto quiso reconocer a quienes lo marcaron más.
“No pudiera dejar de mencionar a Milagro Sánchez, que era la Jefa de Cátedra cuando yo llegué aquí; Nilda Kindelán, ya fallecida pero que por mucho tiempo dirigió la Cátedra Martiana y elevó mi amor por Martí a niveles superiores; Guzmán Espino con aquellas clases que Guzmán daba, yo creo que de la generación mía que entramos cuatro compañeros, de cierta forma todos queríamos dar clases como Guzmán, porque era de verdad sensacional.
“Es inolvidable para mí la metódica de Alfredo Oliva en sus clases; mira, yo asumí como ejemplos de pedagogos a Marleng Pérez y a Rafael Osorio para mí ellos eran la cumbre del pedagogo que yo quería ser, no sé si lo logré pero ellos fueron las personas que tuve como paradigmas. Tampoco puedo olvidar a Delmis Viamonte, Arturo Mora, estoy seguro de que algunos se me quedan pero todos influyeron de manera directa en mi formación como profesional”.
Él es un docente polifacético
“Yo he tenido la suerte, la posibilidad de asumir los contenidos de Dirección Partidista, Relaciones Internacionales, Historia, Filosofía y eso en realidad me ha ayudado, siempre sentí un nerviosismo pero hoy puedo valorar que haberlo hecho ha contribuido a que yo sea un tilín mejor como profesor y agradezco la confianza que me dieron los jefes que pasaron anteriormente y la jefa que tengo ahora; incluso como militante del Partido hoy me siento mucho más comprometido que cuando entré porque hoy entiendo mucho más lo que significa para este país el Partido Comunista de Cuba”.
¿Cómo usted se ha adaptado, desde la Facultad a los cambios económicos y sociales del país?
“A ver esto lo he vivido de manera no traumática porque creo que si algo me ha exigido la Facultad y si en algo me ha educado el Partido es a acomodar mis ideas a partir de la realidad concreta que hemos vivido, hay cosas que las he tenido que meditar mucho para poder asumirla, porque uno se adapta a determinada dinámica de trabajo y cae en zona de confort, pero puedo decir que he sido capaz de entender después de reflexionar, después de meditar, después de leer, después de estudiar.
“Nosotros tenemos en este centro, formas de organización propias y del abordaje de los contenidos de la docencia que hoy requiere de un docente cada vez más preparado porque cada vez las exigencias de la sociedad cubana son mayores y más compleja desde el punto de vista político ideológico. Y nosotros estamos aquí para dar respuesta desde la política del Partido a esas transformaciones que se dan.
“Sobre los estudiantes que llegan ahora yo les puedo decir a ustedes que en el orden intelectual son mejores que lo que yo tenía cuando entré en el año 98, tienen mucho más nivel, muchos son universitarios graduados de profesores que también te evalúan y traen determinadas experiencias en el orden docente, intelectual y profesional”.
La campaña mediática contra Cuba está enfocada hacia los jóvenes, cuando ellos llegan a las aulas de la Facultad Hermanos Marañón, con esas influencias ¿Cómo se desdobla para impartir los contenidos?
“Mire para eso yo diría que no hay una regla establecida, lo que sí creo es que uno tiene que ser muy honesto, uno tiene que ser honesto con lo que piensa y yo no puedo desdoblarme en el profesor y el Roberto ciudadano. Yo no puedo ir al aula a adoctrinar a mis estudiantes. Yo trato de ir al aula a poner a pensar a mis estudiantes porque muchos de los problemas que ellos me traen a partir de la propia dinámica social, no tienen respuesta hoy, y ¿cómo enfrentar eso si no a través de la honestidad?
“Y me refiero tanto a la honestidad como valor, pero también la honestidad como profesor y la honestidad como revolucionario comprometido con el proceso, entonces no se trata de adoctrinamiento se trata de entender que vivimos una realidad contradictoria y que tiene que ser asumida necesariamente en esas contradicciones y en esa dialéctica, de que la realidad pasada continúa presente, pero al mismo tiempo las exigencias de hoy están llevando a que esas presencia sea superada y entonces entra a funcionar ahí lo que yo llamo el factor humano para interpretarlo y llevarlo al aula.
“Lo que yo no admitiría nunca son criterios contra revolucionarios, pero asumir la realidad desde el punto de vista crítico y desde el punto de vista del compromiso con la Revolución es algo que yo estimulo siempre en mi docencia porque creo que es la manera que tenemos de enfrentar esas contradicciones que se dan hoy en la sociedad cubana y para las cuales no siempre hay respuestas.
48 años después de creada esta institución ¿Cuán importante la consideras para la sociedad santiaguera?
“Mire yo no le pudiera decir ahora a usted cuantos alumnos han pasado por aquí en estos 48 años, pero son miles y le puedo decir que los criterios que se dan en torno a la docencia que imparte la escuela son en general positivos, se deja una huella positiva en el quehacer de las entidades a las que vamos, no obstante, yo creo que nosotros no nos podemos conformar con esto porque pudiéramos dormirnos en los laureles y la realidad pasarnos por arriba.
¿Cómo el MS.c. Roberto Rodríguez ve el futuro?
“Cuando uno mira hacia adelante, cuando uno mira hacia el futuro se da cuenta que lo que queda por hacer es mucho más grande y es mucho más heroico que lo que se ha hecho hasta ahora, por tanto para eso tenemos que prepararnos y tenemos que preparar a la nueva hornada de profesores que llegan acá, que se han formado en este contexto contradictorio y que nos toca a nosotros transmitirle los valores que han traído a esta institución hasta acá”.
Para cerrar esta conversación si tuviera que resumir en un párrafo el significado de la Facultad Hermanos Marañón para usted ¿Qué respondería?
“Me vería obligado a decir que mi vida no se puede explicar sin esta escuela. Y lo digo porque me ha aportado como hombre, como persona, va más allá del aspecto puramente profesional. Yo creo que en el orden personal me ha hecho madurar. Yo estoy satisfecho”.