José Emilio Oliveros Seisdedos es el tipo de persona que no oculta ni calla nada; atraviesa con su obsesiva agudeza conceptos, actitudes, conductas, maneras de hacer; todo por la razón, la sensatez… la verdad.
Esa filosofía, aunque le haga pervivir crudos episodios, es la mayor fortaleza, que le permite escudriñar, llegar al fondo de las cosas y sacar las mejores experiencias para reparar y construir.
Eso lo hace grande, ser humano íntegro, responsable y a la vez rebozado de bondad y altruismo; cualidades que combinan perfectamente para el gran periodista e historiador que es.
Su pasión por el trabajo y el cotidiano ascenso a la máxima martiana de “se ha de hacer el bien sin mirar al mundo a que nos vea pasar” hacen de Seisdedos un discípulo vigente y pertinaz del más universal de los cubanos.
Eso y más lo convierten en depositario merecido del Premio Patria que acordó entregarle este año la Sociedad Cultural José Martí.
José Emilio Oliveros Seisdedos se Licenció en Periodismo en la Universidad de Oriente, hace casi 40 años, pero desde mucho antes se ‘movía’ en los medios como corresponsal voluntario.
Esa persistente vocación y una madre abogada, testigo excepcional de momentos cumbres de la historia de la Revolución, le inspiraban curiosidad y deseos de estar más cerca de los museos y de los patrimonios tangibles de su natal Santiago de Cuba, más que del escueto comentario en clases. Ahí germinó la semilla del historiador.
No son sus innumerables investigaciones, trabajos publicados y reconocimientos los que le conceden el derecho al Premio Patria, aunque sean razones importantes; al 'Seis' le agigantan esos atributos de santiaguero de a pie, corajudo, intransigente e inagotable.