Se trata de aquellos, quienes multiplicados en sus distintos quehaceres han levantado muros indestructibles en defensa de su soberano pueblo y contra la muerte; quienes desde el silencio y el anonimato han desafiado el peligro; y aquellos otros que mantienen el orden y la tranquilidad ciudadana; los que cuidan las fronteras, los que sofocan incendios; todos ellos, todos: valientes, conscientes de sus sagrados compromisos, eminentemente altruistas y gallardos quijotes de la Patria.
Han transcurrido 63 años, donde se alistan incontables hechos de sobradas muestras de inteligencia, valor y lealtad; de entrega sin límites con plena convicción de razones, esas razones que nos ha permitido reforzar los sentimientos y potenciar la verdad que nos distingue.
Por eso son pobres las palabras para la reverencia y el inexcusable agradecimiento por haber contribuido a perpetuar la vida de nuestro Comandante en Jefe y preservar las conquistas; por la felicidad de los niños, por la tranquilidad de sabernos protegidos, por ser garantes de la soberanía y portentoso escudo de la nación.
Forjados de la herencia mambisa y del ímpetu redentor rebelde, hoy esa vigorosa tropa de coraje y sublime fuego, cosechado con amor, dignifica la historia heroica del pueblo cubano y recibe su abrazo comprometido para juntos continuar el camino, trazado por Martí, Fidel y todos los héroes de la Patria, hacia un porvenir superior.
¡Felicidades a los combatientes del MININT, protagonistas indómitos del valor!