Graduado en 2004 -ya casi con 19 años de experiencia-, ejerció como juez suplente no permanente, profesional de sala... pero el amor a su familia lo conduciría en 2019 a iniciar en la Sala de Seguridad del territorio santiaguero, hasta llegar a ocupar la actual responsabilidad:
“Como juez uno se va preparando una vez graduado, se realiza el Concurso de Oposición, las prácticas judiciales, el período de adiestramiento; se va involucrando en actividades y tareas, realizando juicios y despacho de expedientes, que favorecen el desarrollo de habilidades”.
Su labor actualmente consiste en la organización y dirección de la Sala de Justicia, que contiene cuatro de tipo penales, incluidas la de primera instancia o delitos más graves, seguridad, incidentes y apelaciones.
Forma parte, asimismo, del Consejo de Gobierno como cuadro, que vela por la actividad judicial, la impartición de justicia y -entre otras funciones-, evalúa el comportamiento de los indicadores del ejercicio. No obstante, gran parte de su tiempo lo ocupa la ejecución de juicios.
No solo es un excelente e incondicional profesional, también es padre de dos hijos, quienes lo inspiran a actuar con rectitud. Aún recuerda cuando tenía que recorrer 25 kilómetros para verlos diariamente, hasta que se traslada junto a su esposa, natural de Santiago, con quien comparte hace aproximadamente dos décadas.
Yoendri reconoce que sin su familia “no fuese nadie. Esta labor consume mucho de mi tiempo. Más allá del conocimiento, el apoyo de quienes amas es imprescindible”.