En el mercado “Ferreiro”
Aquí según informó la Comercial Vivian Bulgares Zayas, de los productos más comprados por su nivel de oferta estable, el plátano burro se comercializa a 16.30 CUP el kilogramo, la libra a 7.50 CUP, el plátano vianda a 32.60 el Kg, y 15 CUP la lb, la yuca a 14.50 el Kg y a 6.65 la lb, la calabaza a 13.05 el Kg y a 6 CUP la lb, el maíz a 76.10 el Kg, 35 pesos la libra, al igual que la harina de maíz -proporcionada por la cooperativa Lázaro Peña- y el frijol a 163 el Kg, y a 75 CUP la lb.
Asimismo, comercializan adobos y aliño, a 80 pesos el frasco. Otras ventas en el período con mercancías de alta demanda han sido las del melón, a 7.50 la libra, el aguacate a 20 pesos el Kg, el arroz a 97.85 el Kg, y la lb a 45 CUP. Este mercado tiene concurrencia de público de todos los lugares, ya que está ubicado en una zona céntrica.
Entre estos clientes que asistían por primera vez y quienes eran compradores habituales, estaba Neobel Díaz Fernández, quien refirió que era necesario “una mayor calidad en ofertas como la yuca, la cual es muy pequeña en ocasiones, y esto hace que el precio no esté en correspondencia con el estado de lo que se ofrece”.
Al respecto, la Comercial precisó que “a las 12 del día cuando se cierra el mercado se relaciona el decomiso de todos los productos que se encuentran en mal estado y están deteriorados. Los que se puedan salvar pasan a segunda o tercera calidad, o se reutilizan en la elaboración de la caldosa o el ajiaco”.
Por otra parte, Raúl Andrés Gata González, vecino de calle 4 ta expresó que “aunque las ofertas son bastante buenas, yo como jubilado que vivo sólo de una pensión, los precios continúan siendo muy elevados. Ahora bajaron un poco el fongo, que es lo que siempre compro junto con otras viandas, así como la libra de sal a 35”.
Del proceso de establecimiento de los precios, Bulgares Zayas refirió que empresas como Laguna Blanca los deben abastecer con una frecuencia de 3 veces a la semana, lo cual casi nunca se cumple. De acuerdo a su precio de compra la unidad confecciona el precio de venta, ya que “Ferreiro” es un colectivo laboral, en el que el salario se corresponde a ingreso menos venta, y esa utilidad es la que se distribuye a quienes laboran allí.
Otras formas productivas que convergen son los trabajadores por cuenta propia, a los cuales se les cobra un impuesto una vez al mes, y comercializan a sus precios. Uno es una fonda en el cual ofertan caldosa, con mucha demanda, otra tiene útiles del hogar, como jarros y palillos, y una tercera de productos agropecuarios. Además, está la cooperativa Martínez del Caney con sus condimentos a 5, 10 y 20 CUP.
De la implementación de la compra por código QR, el administrador Danilo Regueiferos Lescay precisó que aunque la opción ya está habilitada desde enero de 2022, son pocos quienes eligen esta vía para adquirir los productos.
En Garzón y Cañedo
En la Unidad 83 ubicada en Garzón y Cañedo, su Administradora Marina Fredal Prieto dijo que tienen un plan de 90 kilogramos semanal. A ellos los abastecen Acopio San Juan y la Empresa Mixta Tropical Contramaestre S.A.
En dependencia de la fruta o vegetal de estación, comercializan con mucha demanda el pepino, la lechuga, el mango, el plátano burro(6 o 7 pesos la lb, el kg a 15.20 o 18.10 ) y plátano vianda (26.05 el kg, 12 la lb, o 32.60 el kg), la calabaza, el chopo-malanga, el aguacate y en próximas fechas el tomate, que cuando está blando se vende a menor precio para puré. Ofertas que llegan a alcanzar ventas de 23 mil pesos en el día, y hasta 40 y 50 mil CUP.
No obstante, Fredal Prieto subrayó: “Continuamos exigiéndole a las formas productivas que bajen aún más los precios de compra para establecer la venta más barata. Pero aún así los precios son incomparables con el del vendedor de la calle”.
De igual manera, entre las alternativas para aprovechar los recursos disponibles previo a que la mercancía se pierda por mal estado, se congelan los fongos pequeños luego de ser trozeados, junto con la calabaza y yuca, para guardarse en bolsos que se venden, los cual se aprovecha como compuesto para platos como una buena sopa. Las frutabombas se conservan y utilizan en cocteles a base de la fruta y un melado. Del coco, por ejemplo, también se emplea desde el agua hasta la masa.
En relación a la venta digital se están creando las condiciones para trabajar con el código QR. Pese a que el mercado tiene buena demanda en un lugar céntrico, y que los sábados se efectúan las ferias, desde las 7 a.m. hasta las 10 p.m sin descanso, los clientes encuestados sugieren extender los horarios de atención al público los días de semana, y agilizar el proceso de atención y venta. Consideran que los precios son “buenos”, pero que el servicio debe ser más rápido.
“El Santiaguero”
El mercado “El santiaguero”, es abastecido por la empresa forestal Gran Piedra-Baconao, que debe proveer en la semana 150 quintales de vianda, la UEB organopónico La República, con 30 q, y Acopio Palma, con 55.
Del establecimiento de precios, Rafael Legrá Piñón, administrador señaló que: “No hay precios topados, a excepción de la feria por acuerdo del Comité de Contratación de la provincia.
“Si las estructuras hacen una ficha de costo, nos venden los productos, y le incorporamos hasta un 40 % de ese costo en la comercialización al público, para poder suplir nuestras necesidades, el salario y los gastos en que incurre el mercado. A veces el mismo producto que llega en una semana con un precio puede venir en la siguiente con otro”.
En este mercado con buen público, que también tiene entre sus preferencias los jugos ofertados de guayaba, melón, mango..., la interrogante extensiva para otras unidades es que si un mismo producto debe venderse siempre con calidad, y no deja de ser igual la oferta, ¿dónde está realmente la variación de la cifra, incluso entre un lugar y otro?
Los mercados agropecuarios estatales en Santiago tienen demanda, tanto por la oferta relativamente estable como por los precios en relación al cuentapropista. Sin embargo, aún se diluyen las cifras entre el costo de producción en el surco, la relación en la ficha de costo, la venta a estas unidades de Acopio, y la comercialización al cliente.
Pese a las dificultades con la transportación que genera la falta de combustible, las entregas sostienen una regularidad, y las alternativas de presentación de los alimentos son variadas. Realidades que hablan de una gestión administrativa, y que cuando se quiere se buscan medios y soluciones a la altura de las demandas de las circunstancias.