Un homenaje a la música cubana
Este año, el Jazz Plaza tiene como eje central el reconocimiento a la música cubana y su influencia en el jazz mundial. Artistas y agrupaciones de renombre se han dado cita para celebrar la fusión de ritmos tradicionales cubanos con las improvisaciones propias del jazz. Desde el son cubano hasta el latin jazz, el festival ofrece un recorrido por las raíces y la evolución de la música en la isla.
Entre los homenajeados destacan figuras legendarias de la música cubana, cuyas obras han trascendido fronteras y generaciones. El público ya disfruta de conciertos especiales dedicados a estos íconos, así como de jam sessions que prometen ser momentos únicos de creación espontánea.
La programación incluye más de 50 conciertos, talleres, conferencias y exposiciones, con la participación de músicos de Cuba, Estados Unidos, Europa y América Latina. Entre los artistas confirmados se encuentran nombres como Pancho Amat, Alejandro Falcón, Fernando Dewar y jóvenes talentos que están revolucionando el género.
Un festival para todos
El Jazz Plaza 2025 no solo es un evento para los amantes del jazz, sino también una oportunidad para acercar este género a nuevos públicos. Con precios accesibles y actividades gratuitas, el festival busca democratizar el acceso a la cultura y fomentar el intercambio entre artistas y espectadores.
Además, este año se ha puesto especial énfasis en la inclusión de propuestas interdisciplinarias, donde el jazz se fusiona con el teatro, la danza y las artes visuales, creando experiencias únicas que desafían los límites del arte.
Un legado que perdura
Desde su primera edición en 1980, el Jazz Plaza se ha consolidado como uno de los festivales más importantes de América Latina. Su capacidad para reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos lo ha convertido en un referente cultural, no solo para Cuba, sino para el mundo.
El Jazz Plaza 2025 es, sin duda, una celebración de la música, la identidad y la creatividad. Un espacio donde el jazz suena con acento cubano y donde la cultura se convierte en un puente para unir pueblos y tradiciones.