No clasificar, era una posibilidad real para quienes llegaron al torneo con carencias en los principales indicadores de juego y con ausencias notables en sus filas, sin embargo, el nivel que exhibe hoy el beisbol en la Mayor de las Antillas, dejaba una brecha para soñar con ocupar un cupo entre los cuatro grandes de la lid.
La realidad golpeó como un mazazo en las aspiraciones de aficionados y jugadores, fruto de un juego inestable, en ocasiones con luces esperanzadoras y en otros momentos con recaídas. Hacer recuento y análisis estadísticos sería echar sal en la herida, y aunque suene gastado, a estas alturas toca enfocar la preparación en los elementos deficientes para campañas posteriores, y eso es harto conocido por el equipo de dirección y las autoridades del deporte de las bolas y lo strikes en esta provincia.
En los cuatro desafíos restantes ante el conjunto de Industriales, hay que salir a dejar la mejor imagen posible, el contendiente amerita un
espectáculo de calidad para el público santiaguero que necesita quedar con el mejor sabor de boca, aun cuando la clasificación sea definitivamente esquiva; a los aficionados les resta regalar a Las
Avispas un adelanto del apoyo y la esperanza que guardan para el torneo histórico del béisbol cubano, la próxima Serie Nacional.