Yo formé parte del equipo de periodistas que en Santiago de Cuba, dio cobertura al IV Congreso del Partido Comunista de Cuba en 1991, hasta el momento, la única vez que la magna reunión de los comunistas cubanos ha tenido lugar fuera de la Capital.

Recordé, además, que cubrí la inauguración de la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, cuando el propio Fidel encendió la Llama Eterna ubicada entre los 23 machetes y el monumento ecuestre del Titán de Bronce, obras de los escultores Guarionex Ferrer y Alberto Lescay, respectivamente.

Y en aquella ocasión, ciertamente escuché comentarios referidos a inconvenientes constructivos que fue necesario vencer para dejar lista la Plaza santiaguera.

Pasó el tiempo y en conversaciones con Lescay, también conocí, casi sin detalles, que no se materializó un proyectado monumento a Fidel.

Ahora, en el Salón de los Vitrales de la Plaza; al lado de una urna trasparente y en ocasión de ponerse en marcha la jornada de celebraciones por los 30 años de la Fundación Caguayo, las anécdotas están a cargo de Lescay, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, Premio Nacional de Artes Plásticas y presidente de “Caguayo”.

Con su característica voz grave y pausada, a veces como un susurro, el artista compartió sus vivencias con quienes asistieron al inicio de la jornada. Y así contó:

“Mediante una solicitud secreta de Raúl, yo trabajé más de 10 años para hacer un monumento al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

“Cuando Raúl le presentó la maqueta, Fidel dijo que había otras cosas más importantes que hacer. Así era Fidel.

“Ustedes recuerdan cuando Raúl en los días luctuosos de la muerte del Comandante en Jefe, leyó un documento donde Fidel dejó dicho que no se le hiciera ningún tipo de monumento ni siquiera que se le pusiera su nombre a ninguna calle a ningún lugar, mostrando una vez más su modestia.

“Entonces quedó esta maqueta que se llama El Monumento Prohibido. Así le puse como título. Ya ha estado en algunos espacios, como por ejemplo el Memorial José Martí, en La Habana. Fue el primero como prueba, a ver qué pasaba.

“Y en verdad creo que habla mucho de esta conexión y de esas emociones muy especiales, de las que pueden hacer referencias algunos de ustedes aquí, sobre todo mi hermano Vazquecito (coronel Alberto Vázquez García, fundador del Segundo Frente Oriental Frank País García), y otros más que deben estar acá como Alexis Fajardo, que tuvieron la posibilidad de haber estado cerca de Fidel y ahora lo están pues tenemos a Raúl”.

Después, Lescay Merencio habló de la Plaza y dijo:

“Por ejemplo, en este mismo lugar, en una visita que hace el Comandante para ver el proceso de la plaza, yo le expresé una queja... una queja que en aquel momento, por supuesto, fue como un susto para quienes lo acompañaban, sobre todo dirigentes del Partido y el Gobierno… ´como que Lescay le va a dar una queja al Comandante´. Eso puso en tensión a todos. Y la respuesta fue como una lección, y lo debe seguir siendo para todos nosotros, sobre todo para los que tenemos responsabilidades públicas.

“Ocurre que yo me sentía muy mal, porque ya se había declarado la fecha del IV Congreso, y la meta era… entre las obras para saludar el Congreso estaba la plaza. Pero esta simbólicamente se veía como que si no se terminaba la plaza en tiempo, bueno…

“Entonces comenzaron las presiones, y como es natural los disparates de los constructores por cumplir con la fecha. Guarionex y yo llegamos al acuerdo de ponernos por encima de toda la estructura, de fiscalización, de calidad… Y por encima de eso estábamos nosotros.

“Fue algo peculiar. Y nos impusimos, e incluso decisiones que ya estaban tomadas decíamos que no podían ser; mandamos a romper cosas que estaban mal hechas por el apuro. Y así estábamos al volvernos locos. Incluso descubrimos un error muy grave que había sido ocultado; también, a la gente hay que entenderla: tenían mucha presión.

“Viene Fidel. Todo muy bien en el recorrido, y le digo ´Comandante, yo tengo una queja´. Se hizo un silencio. ´¿Qué pasó?´. ´Mire, Comandante, el problema está en que ya se ha declarado la fecha del IV Congreso y es tal el nivel de presión, que en el proceso constructivo se están cometiendo errores; se están cometiendo disparates por cumplir con la fecha. Comandante, mi opinión es que si, por ejemplo, el Hotel Santiago que ya está declarado que va a ser Cinco Estrellas, vamos a suponer que por el apuro no se logren las cinco y quede Cuatro Estrellas, yo he visto por el mundo hoteles cuatro estrellas y son muy buenos.

´Pero el problema es que nosotros en la plaza no tenemos esa opción; la plaza tiene que ser de todas maneras Cinco Estrellas ¿usted no cree?

“Ni me respondió. Se refirió a todo el mundo y al final dijo ´Señores, el IV Congreso se hará cuando esta plaza esté terminada con toda su calidad´. Y se cambió la fecha del Congreso. Ese también es Fidel Castro Ruz”.