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María del Carmen Zabala Argüelles, profesora e investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), señaló que el Programa es una política pública para la reducción de las desventajas históricas de la población negra y mulata mediante un enfoque integral afirmativo.
Durante el intercambio en el Palacio de Convenciones de La Habana, y a través de la modalidad virtual, dijo que los temas relacionados al racismo y la discriminación racial son inherentes a todas las sociedades.
En Cuba a pesar de los avances de la población negra y mulata, debido a las transformaciones llevadas a cabo por la Revolución, se ha constatado limitantes socioeconómicas en este grupo poblacional y persisten prejuicios, estereotipos y prácticas discriminatorias, afirmó.
La especialista explicó que la política plantea un reconocimiento público a nivel de gobierno y se sustenta en los principios de equidad y justicia social y en la necesidad de reparar desde el punto de vista histórico, ético y jurídico las desventajas acumuladas a lo largo de los años.
Defiende la autonomía emancipadora de las personas, la participación social y tiene el propósito de eliminar las condiciones que generan las brechas de inequidad y discriminación.
Rolando Rensoli Medina, vicepresidente de la Comisión Aponte de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, se refirió al momento en que se aprobó el Programa, su desarrollo y pertinencia, el cual está enfocado en las desigualdades y la violencia asociada al color de la piel.
Expresó que racializar la especie humana es un acto violento y la cultura del hombre debería validar los resultados de la ciencia y no admitir diferencias raciales, pues raza humana y especie humana son sinónimos, somos una especie unirracial, acotó.
La construcción del racismo, subrayó, supone la superioridad de unos seres humanos sobre otros, así como actos discriminatorios anclados en la mentalidad de muchas personas.
Entre los retos que supone la implementación del Programa se encuentran la necesidad de fortalecer la participación ciudadana en todas etapas, la combinación de elementos de centralización y descentralización y la discusión, aceptación, adecuación y aplicación de acciones afirmativas.
Resulta necesario producir estadísticas públicas desagregadas por color de la piel en los ámbitos del desarrollo social para así monitorear el éxito de la política y también es indispensable lograr una articulación con el activismo social y sensibilizar y formar a los involucrados.
En noviembre de 2019 el Consejo de Ministros de Cuba aprobó el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial y a cargo de su ejecución se encuentra un grupo de trabajo encabezado por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República.
Hasta este jueves sesionará el Congreso Internacional de Investigadores sobre Infancias, Adolescencias y Juventudes para debatir sobre temas como demografía, educación, inserción laboral, adicciones, salud y políticas de juventud, entre otros.