De ahí que los especialistas insisten a aprovechar las capacidades del territorio para determinar las enfermedades malignas y premalignas desde la etapa inicial. Para esto, Santiago de Cuba tiene varias fortalezas: la oncologización de los servicios médicos locales, lo cual imbrica a los tres niveles de atención de Salud en la estrategia de respuesta a este tipo de afecciones (desde la pesquisa en las comunidades hasta el tratamiento de las neoplasias en los hospitales); y la existencia de personal capacitado así como de medios de diagnóstico para identificar precozmente la presencia de formaciones neoplásicas con una alta incidencia como el cáncer colorrectal, cérvico uterino, de próstata y de mama, entre otros.
Al respecto, la doctora Letis Carmen González Velázquez, responsable del Programa integral para el control del cáncer en la provincia, explicó la importancia de que se conozca que en los policlínicos se realiza la detección de sangre oculta en heces fecales, de las alteraciones en los valores del Antígeno de Superficie Prostático (PSA), y de lesiones benignas y malignas del cuello uterino, por medio de la prueba citológica y de las consultas municipales de videocolposcopia.
A juicio de la experta, el territorio puede continuar reduciendo la mortalidad por cáncer en estas localizaciones, pues la aplicación de las pruebas permite obtener resultados muy confiables durante las etapas más tempranas de la enfermedad, y por tanto permite mayores posibilidades terapéuticas y un mejor pronóstico.
Según la doctora, la pesquisa activa de cáncer de próstata mediante el PSA en hombres de 45 años o más, ha permitido incrementar el número de pacientes atendidos en el sistema de Salud por cáncer y otras patologías prostáticas benignas y premalignas.
Por otra parte, la pesquisa de sangre oculta permite detectar afecciones del tracto digestivo que ocasionan sangrado muchas veces microscópico y constituyen una seria advertencia sobre la aparición de tumores en esta localización.
“La determinación de sangre oculta en heces fecales posibilita la diagnosis aun cuando el paciente no presente síntomas. Mediante este análisis se determina también la presencia de pólipos, adenomas y hemorroides; o sea, padecimientos que también requieren atención.
“Esta es una localización en la que podemos actuar rápidamente y lograr mayor supervivencia del paciente, todo depende de que haya un diagnóstico oportuno”, aseguró González.
Esta prueba, cuyos resultados se obtienen en un breve tiempo, se indica sobre todo a personas mayores de 50 años, a pacientes con síntomas de patologías digestivas y a quienes tienen antecedentes familiares de cáncer colorectal.
Respecto a los estudios para detectar lesiones en el cuello del útero, resaltó la importancia de las consultas municipales de videocolposcopia para patologías benignas. Además, en todas las áreas de Salud existen los recursos para realizar la prueba citológica, a la población femenina de 25 a 64 años, y a la que la necesite por indicación del facultativo.
Esta pesquisa puede evidenciar una infección por el virus del papiloma humano, la cervicitis y otras afecciones que de no ser atendidas a tiempo favorecen la infertilidad y la aparición del cáncer.
Prevenir es la mejor medicina contra las enfermedades oncológicas. Sin embargo, resulta esperanzador el hecho de que todos los santiagueros en edad de riesgo para la aparición del cáncer tengan la posibilidad de someterse a estudios confiables en su área de Salud, a fin de detectar y tratar tempranamente anomalías que pueden indicar la presencia de cáncer.
