Por fortuna, los santiagueros somos privilegiados porque -así como tenemos aquí a la Virgen de la Caridad- también tenemos la suerte de que sea nuestra iglesia de Cayo Granma, quien atesora la imagen venerada de este arcángel. La mayor protagonista de esta conmemoración, aunque en muchos otros templos de Santiago y de toda Cuba existen imágenes y se le rinde culto a este santo.
San Rafael, es uno de los siete arcángeles y el más invocado cuando se necesita ayuda a sanar, por eso se le encomienda a las personas enfermas o que requieran algún tipo de sanación espiritual. Es el encargado de proteger al mundo contra enfermedades, resguarda a las parejas que se tienen amor puro y es también el acompañante de los viajeros.
Cada 24 de octubre muchos cubanos visten los colores de verde y amarillo en homenaje al arcángel Rafael, a quien se le pide por su intercepción para alejar enfermedades o curarlas.
El arcángel Rafael -que según la iglesia católica cumple la misión de Dios de sanar las heridas que sufre la humanidad y la tierra-, personifica las calidades sanadoras del color verde, que además de transmitir tranquilidad y calma, se asocia con la naturaleza, prosperidad, fertilidad, salud, y generosidad.
Hoy la iglesia de San Rafael, que se ubica en medio de la bahía santiaguera, abre sus puertas para que todo el que así lo desee busque consuelo en el arcángel San Rafael, quien lleva el color de la esperanza de un nuevo mundo, lleno de felicidad y amor. Quien no solo tiene el poder de sanar a enfermos, también evoca paz y fuerzas en los momentos críticos, reconstruyendo los cimientos del alma.