Tras seis años de inactividad por falta de materias primas, la corrida de crudo no convencional constituyó el mayor logro de la institución en el calendario recién concluido, pues puso fin a un largo período de pérdidas por la adecuación de las maquinarias destinadas al tratamiento de óleos ligeros.

La aplicación de soluciones creativas permitió también la higienización de cinco tanques de diésel, tres de turbo combustible, uno de kerosina y otro de nafta con medios alternativos, debido a la escasez de los equipos pertinentes; así como la puesta en marcha de una nueva bomba sumergible, para garantizar la fiabilidad del sistema contra incendios de la industria.

Con la rehabilitación tecnológica de las líneas y el muelle de patanas, la empresa favoreció la interconexión de una central de generación eléctrica flotante con el Sistema Electroenergético Nacional en marzo del año precedente, lo que contribuyó a la estabilidad del servicio en el territorio y el país.

La reparación y recuperación de siete equipos del Laboratorio de Ensayos de Combustibles de la empresa refinadora figura entre las victorias del colectivo de más de 600 trabajadores, pues permitió la ininterrumpida certificación de productos de calidad para su comercialización dentro y fuera de la Isla, actividad que benefició el incremento de las utilidades económicas.

De forma paralela, la entidad impulsó la siembra de alimentos y crianza de ovejos, con el propósito de fortalecer el autoconsumo, la soberanía alimentaria y mejorar la atención al capital humano.

Desde su fundación, hace 66 años, la “Hermanos Díaz” se encarga de satisfacer la demanda del Oriente del país en productos como el gas licuado, solventes, gasolina, diésel, petróleo combustible y asfalto.