Con más de 30 años de explotación, el colectivo de la Refinadora ha tenido que sortear disímiles problemas en la planta debido a la obsolescencia de la tecnología con que cuentan, la que logran mantener funcionado con la colaboración de los innovadores y racionalizadores que hicieron posible enfrentar el reto.
Esos hombres y mujeres con el ingenio y la sapiencia que los caracteriza y con el objetivo de que su principal producción llegue a sus destinatarios, se dieron a la tarea de recopilar piezas y parte de equipos que estaban en desuso para sustituir los que ya habían cumplido con su vida útil; adaptaciones, conversiones, mantenimiento a los que aún siguen utilizándose les permitió garantizar la refinación del aceite.
Y aunque todos sabemos que la distribución del aceite comestible perteneciente a la canasta básica en los últimos meses de 2023 tuvo inestabilidad debido a la coyuntura internacional existente y el recrudecimiento del bloqueo imperialista, el colectivo laboral de dicha entidad cumplió con la entrega anual de sus producciones.