Se puede afirmar que hubo un florecer de la Gastronomía santiaguera, se rescataron unidades que con el paso del tiempo habían dejado de brindar servicios y nacieron otras para beneplácito de todos.
Uno de esos sitios es la Chocolatería Fraternidad, perteneciente a la Empresa Compay Tiago, que nos hace recordar el filme Charlie y la fábrica de chocolate, donde se exponen una gama de deliciosos dulces, bombones, y caramelos empleando como principal materia prima el chocolate.
El inmueble ubicado frente a la Plaza de Marte, se mantiene como el primer día, y aunque no han estado exento de carencias, su colectivo laboral ha tratado de mantener la oferta buscando alternativas para continuar ofreciendo servicios como las cueruas, panecillos y helados con melaza de caña en sustitución del azúcar, que gozan de la aceptación del pueblo.
En el lugar puede encontrar el chocolate moldeado y convertido en figuras como conejos, gallos, zapatos de tacones…, a los que se les suman los demandados bombones; las figuras se comercializan en la tienda virtual utilizando la aplicación EnZona.
De las diestras manos del joven a quien sus compañeros simplemente lo llaman por su nombre, William, fundador de la chocolatería, no tienen que envidiarle nada a Charlie, él hace la diferencia con las bellas figuras que confecciona.
Parco al hablar, nos comentó que desde que abrió el local labora ahí, y se ha enamorado del mundo del chocolate: “Aunque tenemos los moldes, al principio fue trabajoso, era algo nuevo para mí, pero he ido adquiriendo habilidades, hay que tener mucha destreza para lograrlas.
“Son verdaderas obras artísticas, muy efímeras, inevitablemente necesitan refrigeración y son difíciles de transportar, porque se derriten con facilidad y puede que si el recorrido es largo no lleguen íntegras.
“Siempre he trabajado aquí y no pienso irme a otro lugar, me siento bien haciendo este tipo de repostería y me satisface ver cómo las personas se muestran sorprendidas al ver las diferentes figuras. El mundo del chocolate me atrapó”.