El deterioro ha sido progresivo y se acentuó tras el paso del huracán Sandy, en 2012, que destruyó el andén número dos y toda la cristalería del salón de espera y otros locales. Tiempo después los cristales fueron sustituidos por verjas y, en honor a la verdad, fue la acción más relevante ejecutada por la Empresa de Ferrocarriles de Oriente en la terminal sanluisera.
Por doquier se observan paredes agrietadas, múltiples filtraciones, escasos y tétricos servicios sanitarios; el local del expreso con la infraestructura deteriorada y el túnel que comunica el salón de espera con el ya mencionado andén número dos casi siempre está inundado. A eso se añade que en el área administrativa y de venta de boletines tanto el mobiliario como la carpintería están, prácticamente, inservibles.
Asimismo, los más de tres kilómetros que separan a la estación de la ciudad sanluisera a través de la antigua carretera San Luis-Santiago, con 120 años, es un inmenso bache por el que se mueve un servicio de transporte muy irregular.
Es menester destacar que Sierra Maestra comprobó, in situ, todo lo que allí acontece e intercambió con los esforzados trabajadores que muchas veces tienen que caminar varios kilómetros desde y hacia sus hogares en horarios extremos del día. No menos destacable es el hecho de que ese colectivo hace hasta lo imposible para mantener un servicio que, obviamente, está muy lejos de proveer satisfacción a los viajeros.
La Empresa de Ferrocarriles de Oriente ha de considerar, en su justa medida, al Combinado San Luis y lo imprescindible de realizar, al menos, acciones de rehabilitación. Fue parte del otrora mega proyecto cubano-soviético de la Ciudad Ferroviaria que, entre el 1975 y el 1990, edificó los Talleres Ferroviarios para locomotoras, vagones, casillas y coches de pasajeros, el Instituto Tecnológico Andrés Valdés y un inmenso patio ferroviario que permite la formación de trenes de carga y de pasajeros.
Desde el 1991, sustituyó al antiguo entronque ferroviario de San Luis en su función de encuentro de la vía Central con las de Bayamo y de Guantánamo; por su patio circulan trenes de pasajeros que cumplen los itinerarios desde y hacia las estaciones Central (La Habana), Santiago de Cuba, Guantánamo, Holguín, Santa Clara, Bayamo, Manzanillo, San Luis y Contramaestre y los trenes de carga que trasladan la canasta básica y otros insumos en la región.
La estación es una parada obligatoria para la revisión de las formaciones y desde su patio se accede a los Talleres Ferroviarios, a la Unidad Empresarial de Base de material no ferroso de la Empresa de Materias Primas y en este hay cientos de vagones, casillas, coches y otros medios ferroviarios.
Independientemente de la compleja situación económico-financiera que atraviesa el país, y que afecta de manera considerable al transporte, resultaría muy positivo accionar en el Combinado San Luis donde los viajeros y familiares, procedentes de varios municipios de la provincia, puedan recibir, al menos, los servicios perentorios, mientras esperan abordar.