Entre los tornos y la premura por completar la labor, Roilán Suárez Agüero concede a Sierra Maestra unos minutos. Él es uno de los imprescindibles en la brigada de fabricación y recuperación de piezas; sobre el colectivo manifiesta que se entrega para que cada milímetro quede perfecto, y que juntos han encontrado los recursos para la entrada de unidades al Sistema Eléctrico Nacional.
Allí construyen los ejes de níquel, los tornillos y otras piezas que periódicamente deben reponerse en las máquinas; frente al deterioro, este encargo es fundamental. “Hace poco se necesitaba un aro para el arranque de la Unidad 6 y se me dio la confianza para hacerlo, ahora estoy trabajando en los deflectores que van en el girador de la turbina.
“Cuando no tenemos el material específico, usamos uno similar, nos apoyamos -en mi caso- en los operarios de mayor experiencia”, expresa el joven de 29 años, Licenciado en Educación Mecánica, cuya destreza ha sido varias veces reconocida.
A Roilán y sus compañeros se les ve entrar en la Central los fines de semana, muchas veces en la madrugada cuando los hogares se oscurecen producto a una avería: “por ejemplo, en el canal de circulación, si puede solucionarse en el menor tiempo posible, estamos aportando.
“Salimos con el apagón en la casa y son 8 horas de pie prácticamente, frente una máquina -así como me ves- y al otro día hay que volver para continuar el trabajo”, resalta que, de no ser así, el costo en el mercado internacional sería altísimo. Si algo se prioriza en el taller es la calidad, allí miden y rectifican hasta el convencimiento.
“Las piezas grandes se levantan con la grúa, es muy importante que estén concéntricas, hemos hecho algunas a las que se les coge miedo por su tamaño, además del peligro que representa trabajar con estas máquinas”, expresa Roilán y señala al torno al que bautizaron como King Kong, para ellos esos son los principales riesgos.
Al igual que él, Mauren Guerrero Hechavarría reconoce el papel de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores en la conservación del engranaje. Pese a las dificultades y a la gran exigencia, este mecánico industrial se mantiene en su puesto desde hace casi 30 años, actualmente está dando un extra para apoyar a los torneros durante el proceso de mantenimiento que se realiza en Renté.
Hervidero humano y técnico
El esfuerzo de los trabajadores se hace mayor pues atañe peligros acústicos, químicos, vibraciones, y en medio de una contingencia energética, el compromiso con la sociedad aumenta. Por tanto, el entorno ha debido responder a sus necesidades durante las prolongadas jornadas, así lo explica Josefina Caballero Danger, especialista de Seguridad y Salud en el Trabajo en la CTE.
Añade que al área de operaciones -centro de control- acude solo el personal autorizado, a ella le corresponde frecuentar la llamada Zona 1 para comprobar que se cumplan todas las condiciones. “El overol, las botas de seguridad, guantes y cascos, también el nasobuco. Hay temperaturas muy altas porque en la caldera el horno está a más de 100 grados y aunque las tuberías tienen recubrimiento se siente calor”, describe.
En pleno mantenimiento, el canal de circulación de la Unidad 3 es un hervidero humano y técnico. En esa operación se emplea el especialista Luis Mariano Bell Oduardo, de lunes a sábado “desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la tarde, si a esa hora nos falta un poquito, seguimos. Amanecemos si es necesario”, afirma.
Con 44 años en Renté, su experiencia en estas cuestiones es fundamental, no solo en la ejecución sino en la motivación que debe imperar en el grupo. “En estos momentos la labor es más intensa, teniendo en cuenta la situación que tiene el país. Hago todo lo que está en mis manos para que la bomba de circulación se mantenga, en ocasiones no se puede porque es un área muy engorrosa y surgen las averías”.
“Una sola bomba permite trabajar, aunque se producen menos megawatts, pero sin ninguna es imposible”, con la sapiencia que otorga el tiempo refiere cómo se utilizan el agua y se realiza el intercambio de calor, por ello impulsan esta obra para tenerla lista en diciembre. Retoman entonces la empresa, en la CTE Renté no se sientan a esperar remedios, buscan soluciones entre todos, componen y crean.