A los 31 años de edad, tener a su niña -siendo la madre hija única y dando a luz a la primera nieta de la familia, incluído por parte del padre- era el sueño de todos los integrantes del hogar, y hasta de los vecinos. El nombre ya estaba escogido, el de Briana Yanet, aquella que fue amada desde un primer momento.
Sin embargo, no fue fácil tenerla con poco más de 36 semanas. Tras su hospitalización estuvo en la sala de perinatología hasta que le indujeron el parto el 3 de octubre. De un día para otro aún no había ocurrido el milagro de la vida. A las 8 a.m. le colocaron el oxígeno, pues no rompía fuentes ni dilataba.
Su condición era grave y aún no se le canalizaban las venas, por lo que la cesárea se realizó en el horario de las 2:20 p.m. La pequeña recién nacida tuvo complicaciones, al desarrollar el Síndrome de Aspiración de Meconio (primera deposición o materia fecal que expulsa el bebé), por lo cual contrajo una infección de escherichia coli(bacteria). Como consecuencia estuvo reportada de crítica, sufrió tres convulsiones en un estado de gravedad, hasta que se fue recuperando paulatinamente y pasó a cuidado.
Por otra parte, Yanet de las Mercedes tampoco las tuvo fácil, entre estar preocupada por el bienestar de Briana y las intervenciones para tratar los hematomas formados tras la cesárea: “Me mantuve hasta el otro día en la sala, toda adolorida. Pero no estaríamos vivas de no ser por el equipo integral que nos asistió desde el primer día. Somos guerreras, después de más de 20 días, la sostengo en mis brazos. No tengo palabras para expresar la gratitud que siento en estos momentos”.
Cuidados y desvelos
Dos especialistas realizan una guardia de 24 horas, que consta de la asistencia de un médico y un residente. Allí recibió a Sierra Maestra Arianne Terrero Llago, especialista de primer grado en Ginecobstetricia, que labora en el Servicio de Perinatología. Ella fue una de las responsables de la atención de Braquitena Gutiérrez:
“La paciente tuvo un seguimiento desde la consulta de hipertensión, embarazo y doppler, por mostrar en la ecografía desde las 23 semanas, resultados de que en algún momento podía presentar una preclancia (el doppler consiste en un ultrasonido de bienestar fetal que muestra cómo es la circulación uteroplacentaria, que cuando da positivo es un indicador de patologías como la referida).
“En un momento anterior se identificó que el bebé tenía una afectación en el potencial de crecimiento y se ingresó, aunque todos los complementarios arrojaron que contaba con un desarrollo adecuado. En su retorno a la institución, el resultado señaló que continuaba marchando bien en este sentido. Sin embargo, con posterioridad un análisis reflejó una proteinuria positiva (presencia de proteína en la orina), que ya enmarcaba el diagnóstico de una preclancia no agravada, como una hipertensión gestacional, y el doppler confirmó el diagnóstico”.
La especialista señaló que este último examen arroja cuatro tipologías, que guían la actuación del equipo médico ante la gestación, en dependencia de la salud fetal. A partir de aquí a Yanet de las Mercedes se le confirmó un CIUR o retardo en el crecimiento intrauterino. Su bebé presentaba un potencial de crecimiento afectado, por debajo del 10mo y 3er percentil, señales de una preclancia agravada, con una alteración de su estado desde el punto de vista fetal.
Según precisó Sol Angélica Grave de Peralta, Jefa de Servicio de la sala, el percentil se calcula a partir del peso del feto de las 22 semanas de gestación en adelante. La medición se lleva a cabo en una escala del 0 al 100 que indica la misma cantidad de probabilidades en niños de diferentes tallas y pesos en distintos tiempos. Si el valor está por debajo del 10 con 32 semanas o menos, señala que está afectado el crecimiento.
Por otra parte, si oscila entre 4 y 10 con ultrasonido normal, aunque se considera un feto pequeño para su edad gestacional, está saludable. Sin embargo, cuando excede las 32 semanas con escala de 0 a 3, clasifica como un CIUR, por lo cual la paciente debe permanecer en el servicio hasta el momento del parto.
Yanet tuvo una concepción considerada pretérmino a la semana 36, ya que a partir de las 37 y más se valora como a término. La intervención e inducción del parto fue una de las decisiones asumidas por el equipo de trabajo del Hospital para preservar su vida y la de la niña
En el Servicio de Perinatología no solo se atienden casos de CIUR o preclancia agravada, sino también de rotura prematura de membrana (romper la fuente antes de entrar en trabajo de parto), u otras situaciones de riesgo.
Regresar al Hospital Materno Sur Mariana Grajales Cuello y conocer historias como esta es volver a vivir. Esta periodista nació de igual manera allí en la década del 90'. Vine al mundo con apenas 7 meses, y con muchas complicaciones para mi madre y para mí, al igual que como ocurrió con Yanet y Briana. Pero por fortuna contamos con el apoyo de un personal de salud capacitado y entregado a su labor, que hizo posible el milagro de la vida. A más de nueve décadas de labor ininterrumpida en esta institución, cumplidas recientemente, sigue reflejando en historias como esta el esfuerzo de sus trabajadores.