Cuando uno se acerca hay una aparente tranquilidad, pero cuando atraviesa el umbral de la escalera, se deja escuchar la algarabía de los niños, y le parece que hay muchos pequeños, sin embargo la habitan solo cuatro, pero dejan escapar su inocencia, sencillez y alegría con sus juegos, siempre supervisados por el personal especializado.
Una instalación donde prima la limpieza, el orden, la disciplina, el respeto y se respira una aire de colectividad y unión laboral para cumplir con el encargo social que les ha tocado en el Centro Especializado en Servicios Educacionales, conocido como CESE Renato Guitart Rosell, con unos pocos meses de funcionamiento.
Caminamos e indagamos sobre la tarea que realizan maestros, especialistas, cuidadores, donde cada cual deja ver los sentimientos encontrados que tienen al tratar con pequeños con necesidades de atención especializada. Cada uno con su historia, dolorosas y tristes que por diferentes motivos los conllevó a formar parte de la matrícula de ese centro experimental de nueva creación.
Allí nos encontramos con una mujer de espigada figura, y una delgadez extrema, pero con una sonrisa en los labios, afable, sencilla, de hablar bajo, dulce y pausado, nadie puede imaginar que lleva sobre sus hombros la dirección de ese centro y 38 años en la profesión y en ese tipo de enseñanza tanga un carácter dado al intercambio y la atención de quien lo solicite.
Alina Despaigne Brunet, directora del Centro Especializado en Servicios Educacionales, conocido como CESE Renato Guitart Rosell, es de nueva creación a nivel nacional y funciona con característica provincial, atendiendo a estudiantes de los nueve municipios del territorio. La institución perteneciente a la Educación Especial atiende a menores de primera infancia y adolescentes hasta los 18 años, pertenecientes a los diferentes niveles educativos que llegan por medio de la labor de asesoramiento de personal especializado en la labor de terreno que realizan y de igual forma la familia se acerca en busca de orientación y apoyo ante problemas muy puntuales que presentan sus hijos.
Alina, acotó: “El trabajo básicamente versa alrededor de todo lo que tiene que ver con el comportamiento y el aprendizaje de los pequeños, aquí se trabaja en diferentes aristas de la conducta, las que se tratan en los departamentos de psicoterapia, psicólogos, psicoterapeutas, un grupo de maestros para el trabajo social, otro para el educativo, biblioteca, computación, educación física, y una instructora de arte.
“Esos profesionales son los encargados de dar tratamiento a las inadaptaciones escolares, a las conductas de los niños que han sido víctimas de acoso o violación sexual, medida de atención individualizada, los resolucionados por el plan de educación, que son aquellos que tienen dificultades y se han diagnosticado con problemas de conducta, dificultades en la comunicación y la socialización, entre otras.
“Llevo 38 años en la Educación Especial, y se nos dio la tarea de atender a este grupo de educandos y a su familia, y los distintos niveles educativos, existiendo satisfacción en el entorno comunitario y familiar.
“La permanencia en el centro es únicamente de tres meses, y puede ser que por necesidades específicas de mantenerlos lejos de su entorno comunitario y familiar se de una prórroga a partir de que sigan necesitando la influencia del centro, si agravan su comportamiento, requerirían de otro nivel de atención, y luego se insertarían en sus hogares, comunidad y centros estudiantiles, donde nosotros seguimos trabajando con ellos.
“En la actualidad la matrícula es de cuatro niños, dos hembras y dos varones los que tienen medidas de atención individualizada por alteración en su comportamiento, que si agravan esa conducta requerirían otro nivel de cuidado.
“Los cuatro están insertados en centros educacionales del Consejo Popular; las niñas cursan el octavo grado en la Frank País García de la Educación Especial, uno de los varones está en sexto y asiste a la escuela primara Carmelo Noa y el otro en la secundaria básica Orlando Fernández, con la que mantenemos muy buena integración trabajo. No, no van solos, son acompañados por nuestro personal, y su regreso, son atendidos por nuestros especialistas.
“Esta es su casa, donde son atendidos con dedicación; los guía, le crean hábitos, los educan y enseñan preparándolos para el futuro. De acuerdo con su comportamiento, como reconocimiento se le da pase y los padres vienen los miércoles. Los fines de semana los llevamos a pasear, siempre en concordancia con su comportamiento.
“En estos momentos tenemos una coordinación con el Palacio de Pioneros Una Flor para Camilo, institución que el fin de semana ha organizado su atención por Distrito, para ellos la entrada es libre.
“En el poco tiempo que están aquí logramos formar una familia entre los padres, los niños y el personal nuestro, y confían en nosotros y el papel que desempeñamos en la formación de sus hijos.
“Mire si es así que hace unos día un padre se acercó a nosotros y nos planteó que la madre de uno de ellos está recluida, y rápidamente creamos el vínculo con el centro penitenciario para intercambiar con ella y sepa de cómo marcha la atención que se le da aquí a los pequeños.
“Nuestro trabajo lo realizamos con dedicación y esmero, en mi caso son 38 años entregando lo mejor de mí a favor de esos niños que nacieron en hogares donde no han tenido un desarrollo feliz por diversas circunstancia que les ha impone la vida.
“He pasado por las diferentes ramas de este tipo de enseñanza y ciertamente nos convertimos en su familiar más cercano, en mamá, tía, abuela, sufrimos cuando se enferman, cuando tienen un problema, nos duele cuando llegan a estos centros especiales con vivencias increíbles a tan corta edad, no tuvieron una guía, un buen ejemplo, no recibieron el amor, el cuidado y la formación que merecían y necesitaban.
“Es una labor muy bonita, que demanda consagración, entrega, sentido de pertenencia, donde cada uno con sus necesidades tratamos de guiarlos para convertirlos en hombres y mujeres de bien. Para mí, para mi familia porque sin ella no me hubiera sido posible mantenerme tanto tiempo en brindando mis conocimientos y experiencia. Quienes nos dedicamos a esta noble tarea nos sentimos satisfechos cuando vemos el fruto de nuestro trabajo.
“No hay reconocimiento mayor que el agradecimiento, sentimos orgullo cuando visitamos una comunidad y nos comentan: “se ve que paso por allí”, “es otra persona”, está incorporado a la sociedad”, “tiene un oficio”, “eso lo han logrado gracias a ustedes”…….
Luego de saber de las interioridades del Centro Especializado en Servicios Educacionales, conocido como CESE Renato Guitart Rosell y de la labor que realiza ese colectivo encabezado por su directora Alina Despaigne Brunet, a favor del rescate de los pequeños que pasan por el centro debido a la circunstancias totalmente disfuncionales, solo me queda decirles ¡Gracias por reinsertarlos a la sociedad!