Ante las expresiones de altruismo de la gente común que se quitó lo poco que tiene y de quienes enviaron parte de los recursos adquiridos para sacar adelante sus emprendimientos económicos privados, se reafirma el sentimiento de orgullo por ser cubanos, y tranquiliza saber que las crisis no menguaron la unidad.

Son precisamente la solidaridad y el altruismo, a mi juicio, las máximas expresiones de esa unidad que el General de Ejército, Raúl Castro Ruz llamó a “cuidar como la niña de los ojos”, el Primero de Enero de 2024, durante el acto de rememoración por el aniversario 65 del Triunfo de la Revolución, en esta ciudad.

Hasta Guantánamo se trasladaron para apoyar en las labores de limpieza y reconstrucción, militares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior; choferes, lineros, ingenieros y jefes de brigadas de la Unión Eléctrica; trabajadores de la comunicación y constructores, todos movilizados por sus entidades.
También están allí artistas aficionados y profesionales, instructores de arte de la brigada José Martí, miembros de la Asociación Hermanos Saiz y de la Unión de Jóvenes Comunistas, quienes formaron un gran contingente para brindar ayuda, y estamos convencidos de que lo harán para retornar hacia el otro extremo en el occidente del país, donde el más reciente meteoro se ensañó con Cuba.

Igualmente hay que reconocer el apoyo internacional que ha llegado allende fronteras y desde la Zona de Especial de Desarrollo del Mariel, pero cobra un valor especial, la vorágine de donaciones de cederistas y federadas, obreros, jóvenes y hasta niños que extienden sus manos llenas del valioso gesto.

A quienes aún estos tiempos no les permiten entender de qué va ser cubano, no hay que caerles encima porque no es momento de rencores o cuentas viejas, la rueda de la vida los pondrá en su justo lugar y como lección inolvidable, también podrán asirse de una mano solidaria.

Cuando nos enfrentamos a “Poderosas fuerzas” sean naturales o fruto de la perfidia, nos viene a la memoria el Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, cuya obra política y social, fue sobre todo un magisterio de valores humanistas para el pueblo, una enseñanza que aflora en los momentos más difíciles.

Hoy en el mundo se anuncian vendavales más poderos que los vientos y las lluvias, en este escenario cada vez adquieren más importancia la unidad, el altruismo y la solidaridad, esos valores nos mantienen alejados de la irracionalidad autodestructiva que se lee y se ve en medios de prensa y redes sociales digitales.