En Santiago de Cuba, es común ver a mujeres como Moraima Franquin Tamayo, destacada asociada de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) de La Cañandonga, en el Segundo Frente, quien ha sido condecorada con la Orden 17 de Mayo, o Pastora González Villardi, una figura ejemplar con una larga trayectoria como profesora en la Universidad de Oriente, además de ser delegada del Poder Popular y dirigente activa del Partido Comunista (PCC), los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en la comunidad.
En sectores clave como la salud y la educación, las mujeres constituyen la mayoría, al igual que en el comercio, la gastronomía y la fuerza técnica profesional. Son numerosas como delegadas del Poder Popular, diputadas a la Asamblea Nacional, y tienen una presencia significativa en las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior.
Los medios de comunicación también reflejan este empoderamiento: de los 14 órganos de prensa en la provincia, 11 están liderados por mujeres, quienes predominan asimismo entre los realizadores, artistas y periodistas.
Así, en gran parte de la sociedad santiaguera, las mujeres destacan no solo por su resistencia, sacrificio y capacidad de trabajo, sino también por su labor en la FMC, donde desempeñan un papel crucial en el trabajo con la familia y la comunidad