“Nuestro objetivo es que los santiagueros puedan disfrutar de un verano lleno de tecnología y entretenimiento”, aseguró Rodríguez Beltrán, al tiempo que se ha “diseñado una programación que abarca desde talleres de robótica educativa hasta juegos en red, pasando por procesos de bancarización con asesoría informática.”
Los talleres de robótica, "uno de los principales atractivos son los talleres de robótica educativa, donde los participantes aprenden a construir y programar sus propios robots. "Es una forma divertida de acercar a los jóvenes a la ciencia y la tecnología", comenta la directora.
"Además, ofrecemos cursos de diseño digital, audiovisual y desarrollo web para quienes quieren profundizar en estas áreas. Pero las actividades del Joven Club no se limitan a lo tecnológico. Por medio del proyecto «Esperanza» realizamos encuentros semanales con los niños de la Sala de Oncología y Hematología del Hospital Infantil Norte de Santiago de Cuba y los pacientes de la sala de hemodiálisis del Hospital Infantil Sur, acercándonos también a los infantes de las casas de niños sin amparo familiar de la ciudad, para brindarles un rato divertido a través del uso de la tecnología", añadió Rodríguez Beltrán.
Durante estos encuentros se le presta atención a la enseñanza de los medios de computación y la comunicación, mediante la adaptación de los cursos convencionales básicos a las necesidades de cada uno donde interactúan con los sitios web de EcuRed, La Mochila y Joven Club.
También se han organizado juegos lúdicos, ferias tecnológicas, concursos y campamentos para que los asistentes puedan disfrutar de un verano lleno de diversión e interacción social. Con esta amplia gama de opciones, el Joven Club de Santiago de Cuba se ha convertido en un punto de encuentro para que los santiagueros puedan disfrutar de sus vacaciones de verano de una manera productiva y divertida.
"Queremos que esta sea una experiencia enriquecedora para todos", destacó la directiva.
El Joven Club de San Luis, dirigido por Keyssa Fabré Betancourt, también ha mantenido un enfoque en la tecnología, ofreciendo servicios de tiempo de máquina y navegación, así como el alquiler de dispositivos móviles según disponibilidad. Estas facilidades permiten a los usuarios acceder a la tecnología y a internet, recursos vitales en la actualidad.
El verano comenzó con una participación activa en la apertura de actividades, donde los niños disfrutaron de un día especial en el parque. Además, se celebró el Día de los Niños en la instalación, creando un ambiente festivo y educativo. En un esfuerzo por fortalecer la comunidad, se organizó un taller en el Barrio Pecuario, donde participaron otros sectores como el INDER, Educación y cuentapropistas, promoviendo la colaboración y el apoyo mutuo entre diferentes actores sociales.
Para Yénedi, 9 de años, "los cursos de diseño digital son geniales. He creado mis propios dibujos y me gustaría hacer videos algún día. Es increíble lo que podemos hacer aquí". Por su parte, Maikel, un adolescente de 14 años, aseguró que "me encanta el taller de robótica. Hacer mi propio robot es muy divertido y aprendo mucho sobre cómo funcionan las cosas. Quiero ser ingeniero cuando crezca."
Para el jubilado Miguel Ángel, en un principio "no sabía mucho sobre computadoras, pero gracias a los talleres que ofrecen aquí, he aprendido a usar internet y a comunicarme con mis nietos a través de video llamadas. Es maravilloso poder ver sus caras y hablar con ellos, aunque estén lejos. Además, me gusta participar en las actividades intergeneracionales; me siento más conectada con la juventud y aprendo de ellos también. Este lugar ha traído mucha alegría a mi vida y me ha ayudado a mantenerme activo y curioso sobre la tecnología."
En este sentido, el MSc. Angel Hernández. Jefe de Grupo de Desarrollo de los Joven Club, expuso que "la interacción social que se genera en estos talleres es invaluable. No solo se trata de aprender tecnología, sino de crear un espacio donde los niños puedan hacer amigos y disfrutar juntos."