Fundadora de la docencia médica en la antigua provincia de Oriente, la doctora más longeva del Hospital Infantil Norte Juan de la Cruz Martínez Maceira dedicó unas seis décadas a la Salud Pública, con una
notable hoja de servicios que inició en la Sierra Maestra, a solo dos años del triunfo de la Revolución.
Profesora de profesores, Justiz Hernández fue una de las primeras doctoras en atender a pacientes con
tuberculosis en Santiago de Cuba luego de 1959. Cumplió misión internacionalista en Guyana, tutoró investigaciones de pregrado, representó a Cuba en congresos internacionales de su especialidad y fue merecedora de un sinnúmero de reconocimientos como el Premio Anual de la Salud, el Premio al Mérito Científico, las medallas Manuel Piti Fajardo y Jesús Menéndez, y la Distinción por la Educación Cubana.
De acuerdo con Infomed, estudiantes, profesores y otros trabajadores de Salud Pública le rendieron tributo con la guardia de honor en la Funeraria de la urbe; y posteriormente, el cuerpo fue trasladado al crematorio de la provincia de Guantánamo.
La impronta de Justiz Hernández trasciende el ámbito de la pediatría, convirtiendo el legado ético y científico de esta profesional en paradigma de la asistencia, la docencia y la investigación en las ciencias médicas en Santiago de Cuba.