He aquí algunos párrafos de aquel memorable discurso:
Es claro que el enemigo mayor de toda revolución es la división, que el aliado mejor de los enemigos de los pueblos es el divisionismo. Un pueblo debe marchar unido, un pueblo que quiera establecer un verdadero régimen de justicia debe marchar unido, como un solo pueblo. En la unión de ese pueblo está la fuerza, en la unión de ese pueblo está su invencibilidad, y la historia de esta Revolución prueba que un pueblo unido es invencible, ¡la historia de esta Revolución prueba que en la unión está la fuerza! (APLAUSOS), la historia de esta Revolución demuestra que el peor enemigo del éxito de una revolución y de un pueblo es el divisionismo.
Por eso al imperialismo le preocupa la unión del pueblo. Le preocupa, porque el pueblo cubano está unido, y le preocupa que las organizaciones revolucionarias se vayan integrando en una sola organización revolucionaria (APLAUSOS PROLONGADOS). ¿Será la única organización? ¡No, será la única organización de los revolucionarios! Los contrarrevolucionarios tienen sus organizaciones, los contrarrevolucionarios tienen un sinnúmero de organizaciones, creo que son 180 las organizaciones contrarrevolucionarias (RISAS). Y, además, la contrarrevolución tiene la Agencia Central de Inteligencia, que es otra organización más de la contrarrevolución. Los revolucionarios sí tendrán una sola organización, y los contrarrevolucionarios seguirán teniendo cientos de organizaciones (APLAUSOS).
Eso es lo que significa la integración de las organizaciones revolucionarias. Pero ¿es que hoy se iba a declarar esa integración? No, esa integración se viene produciendo, por la base, desde hace meses; el proceso de integración todavía no se ha concluido, se está llevando a vías de hecho, y en un momento determinado ya estará culminado ese proceso de unión de todos los revolucionarios en una organización revolucionaria (APLAUSOS PROLONGADOS), y que será la organización representativa del pueblo revolucionario de Cuba, esa organización producto de la unión de todas las organizaciones revolucionarias.
Es claro que al imperialismo le preocupa eso. ¿Qué quiere el imperialismo? Que haya varias organizaciones revolucionarias, pero, además, que se fajen entre sí; que existan pugnas entre esas organizaciones revolucionarias, para debilitar la Revolución. Pero ¿qué es lo que quiere el pueblo? El pueblo quiere fortalecer la Revolución, el pueblo quiere que su Revolución sea fuerte y que la Revolución pueda defenderse de los ataques de sus enemigos. El pueblo quiere, por eso, que los revolucionarios se unan; el pueblo quiere, por eso, que una organización revolucionaria sea la organización de todos los revolucionarios (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: “¡Unidad, unidad!”).