Sánchez Manduley trabajó por más de 23 años al lado del Comandante en Jefe Fidel Castro y se reconoce por su papel fundamental en la organización de la resistencia contra la dictadura batistiana, fue la primera mujer en incorporarse al Ejército Rebelde. Su capacidad de liderazgo y su visión estratégica fueron cruciales en momentos decisivos de la lucha armada, donde no solo aportó su valentía, sino también su inteligencia y habilidad para movilizar a otros.
Sobre ella, Armando Hart Dávalos, en la clausura de su cepelio, expresó: "Celia será siempre para todos sus compañeros la fibra más íntima y querida de la Revolución Cubana, la más entrañable de nuestras hermanas, la más autóctona flor de la Revolución".
La figura icónica de Celia Sánchez Manduley ha trascendido las fronteras de su tiempo. Hoy se la recuerda no solo como una guerrillera, sino como un paradigma a seguir. Su legado nos inspira a mantener vivo todo por lo que ella luchó. Es Celia un testimonio de que la resistencia y la valentía pueden abrir caminos hacia un futuro más justo.
Sus hazañas siguen resonando, cada día con más fuerza, en el corazón del pueblo cubano. A 45 años de su fallecimiento, las nuevas generaciones ratificamos nuestro compromiso con la Revolución y el Socialismo, aferrados a la figura de Celia Sánchez Manduley que es, sin lugar duda, la historia de una vida dedicada a la lucha y a la libertad, que nunca será olvidada en la memoria de la nación agradecida.