Me atrevo a afirmar que cada uno de sus días los vive a plenitud e intensidad, y cada uno de los años cumplidos se convierte en batallas ganadas, proyectando y dibujando el presente y el futuro.
Conocí pasajes de su vida, anécdotas, y recuerdos estudiantiles, de su paso por la Universidad de Oriente, donde se graduó en la carrera de Ingeniería Química, y ya se apreciaba su temple, sencillez y fibras para dirigir.
Años más tarde, y luego de ocupar varias responsabilidades, pasó al trabajo del Gobierno en 2011 y es cuando realmente quienes compartimos largas jornadas de labor a su lado, hemos aquilatado su entrega, pensando siempre en cómo hacer mejor las cosas por y para su pueblo.
Humana, compresiva, noble, pero a su vez con un corazón de hierro y mano dura ante una injusticia y lo mal hecho. Su tiempo es oro, no tiene espacio para el descanso, no escatima esfuerzos para estar en los lugares más complejos, y enfrentar cualquier eventualidad por riesgosa que sea, me atrevería a tildarla de una mujer súper valiente.
A ella le ha tocado dirigir en tiempos difíciles, en el que los desagradecidos y apátridas han intentado socavar las conquistas revolucionarias, pero no se amilana y se mantiene al frente del pueblo, llevando siempre la verdad como bandera y la explicación y el intercambio como escudo.
Se podría seguir enumerando acciones de su desempeño como vicepresidenta y presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular y ahora como primera secretaria del Partido, -convirtiéndose en la primera mujer en dirigirlo en la heroica Santiago-.
Se me antoja reconocer su responsabilidad bajo la tutela de ese gran maestro que tuvimos todos, Lázaro Expósito Canto, quien fue una escuela donde aprendimos cómo hacer las cosas mejores.
¿Cualidades? Incontables, una mujer de estos tiempos que se crece ante las adversidades y como sus predecesoras, camina con pasos firmes rumbo a un futuro mejor.
No podemos pasar por alto que este 5 de diciembre, apagó velitas nuestra Betty, sí, así de simple, ¡FELICIDADES! Y por si queda alguna duda, Beatriz Johnson Urrutia, primera secretara del Partido en Santiago de Cuba.