Viajar hasta la Universidad de Oriente (UO), donde cursa el primer año de su especialidad, será en lo adelante más fácil, cómodo, y sobre todo económico, admite en tanto se instala por primera vez en uno de los confortables asientos del ya reconocido como el tren universitario Guantánamo-Santiago.

“Como tiene parada en mi municipio, aquí voy directo”, refiere contento con el nuevo servicio, una iniciativa que desde el pasado 29 de abril da respuesta a un añejo reclamo de la comunidad universitaria: disponer de una opción de transporte regular y sobre todo asequible económicamente, para el traslado hacia sus casas de los estudiantes de la más oriental de las provincias que se forman en la Universidad de Oriente y otros centros de la Educación Superior y la Enseñanza Media santiagueros.

La UEB Ferrocarriles de Guantánamo, perteneciente a la Unión de Ferrocarriles de Cuba; las direcciones de Educación, Educación Superior y los gobiernos de Santiago y Guantánamo, juntaron
esfuerzos para poner en marcha la idea, concebida como una alternativa segura ante la difícil situación del transporte y los elevados precios de las opciones no estatales.

VOLUNTAD Y ESFUERZO EN UNA RESPUESTA

Así, empujado por las buenas vibras del compromiso y la voluntad de demostrar que es posible encontrar alternativas, a pesar de lo difícil de los tiempos, corre dos veces a la semana el nuevo tren universitario.

Se trata de un servicio diseñado para los estudiantes que apoya igualmente las necesidades de transportación del resto de la población; una respuesta nacida del esfuerzo y la inventiva de la Unión de Ferrocarriles de Cuba en la búsqueda de soluciones para incrementar la disponibilidad técnica de este medio de transporte y atender las necesidades del sector estudiantil, explicaba en su cuenta en X el ministro cubano de transporte, Eduardo Rodríguez Dávila.

Una locomotora de mediano porte, cuatro coches alemanes reparados en los Talleres Ferroviarios de San Luis, (pueden ser cinco en dependencia de la fuerza de la locomotora) con 80 capacidades cada
uno y una tripulación que cuida con esmero cada detalle, dan vida al servicio del nuevo tren que circula lunes y viernes, con salida desde Guantánamo a las 4.00 de la mañana y arribo a Santiago pasadas las 8.30; y retorno desde la estación ferroviaria Senén Casas Regueiro a la 1.00 de la tarde, con llegaba a Guantánamo sobre las 5.00.

“El lunes trae los estudiantes y se va con población y el viernes, viceversa”; explicó Enrique Tamayo Rodríguez, especialista comercial de Ferrocarriles Santiago; quien precisó que previa presentación del carné de cada centro, los estudiantes pueden incluso reservar desde Guantánamo su ida y regreso cada semana.

La ruta tiene un precio de origen a destino de 100 pesos, aplica la tarifa por tramos y para los estudiantes el costo es del 50 por ciento de ese valor, o sea 50 pesos.

Cada viaje, según itinerario, tiene una duración aproximada de unas cuatro horas, y cuenta con 11 paradas reglamentarias, que incluyen lugares como Dos Caminos, el Combinado de San Luis, Sabanilla, Los Reynaldo y El Salvador.

RENACER DE LA MEDIA DISTANCIA

Para el estudiante de quinto año de Medicina Ariel Rogelio Arancelé, quien viaja por segunda vez en el tren, al exonerarle de los 200 o 400 pesos que gastaba en pasaje, la nueva opción le ha ayudado a estirar el dinero que trae de casa para sobrevivir la semana.

Orestes Ramírez, trabajador de Ferroazúcar que hoy apoya el quehacer de la Unión de Ferrocarriles, insiste en que el servicio se necesitaba y pondera su seriedad.

Entre la satisfacción y el agradecimiento de los clientes avanza sobre rieles el nuevo tren universitario. Al decir de Enrique Tamayo Rodríguez, especialista comercial de Ferrocariles Santiago, la puesta en funcionamiento del nuevo tren guantanamero, trae también a la estación santiaguera alentadores aires en pos del resurgimiento de los trenes de corta y media distancia, cuya circulación se limitaba los últimos tiempos al coche motor 4052, con destino a Contramaestre, lunes y jueves, y que pudiera extenderse próximamente hacia otras rutas que antes existían como Manzanillo.

En sus primeras salidas la seriedad, puntualidad y gran acogida de público han caracterizado los recorridos del nuevo tren universitario, por eso los entrevistados coinciden en la necesidad de corregir detalles sueltos en la arrancada como que los viernes se busquen alternativas con los centros universitarios para que los muchachos puedan acceder al tren sin llegar corriendo a última hora, lo que puede ocasionar accidentes.

Otros instan a la administración de la estación santiaguera a acoger prácticas organizativas como las usadas en la Ciudad del Guaso donde los pasajes a los estudiantes se venden la tarde noche anterior al día de salida, lo que permite conocer las capacidades que quedan disponibles para la población y evita las aglomeraciones e indisciplinas de muchos al abordar el tren.

El estudiante de Medicina Ariel Rogelio Arancelé, quien rota en estos momentos por el hospital Juan Bruno Zayas, advierte sobre lo incómodo que resulta trasladarse desde cualquier punto de la ciudad heroica hasta la estación ferroviaria y exhorta a valorar, con igual disposición a la que puso en marcha este servicio, la posibilidad de algún apoyo desde la transportación local, que facilite el acceso al tren los viernes, si llegar corriendo, apremiados por la salida.

Directivos de la Unión de Ferrocarriles y el propio titular del Mitrans, hablan del gran reto que implica sostener, garantizar la estabilidad del nuevo servicio, pero aseguran que ello es posible y hablan, incluso de incrementar las capacidades en el futuro, también para apoyar las necesidades de transportación del resto de la población.

A la altura del desafío de los Ferrocarriles, no pocos entrevistados coinciden en que igualmente, toca a los viajeros, estudiantes y población en general, actuar con disciplina y cuidar lo que con esmero infinito se ha puesto a disposición del nuevo servicio, porque solo así seguirá, sobre rieles, el tren universitario.