Han transcurrido 132 años, y esta nación cuenta con un sistema de medios de prensa que encarna el espíritu cubanísimo y martiano de Patria. Una prensa urgida de transformaciones en su modelo de gestión, que impulsen de manera efectiva el constante mejoramiento de los modos de hacer.
Por eso la tarea más apremiante es la de convertir el periodismo cubano en un reflejo, cada vez más exacto de la realidad. Y en ese empeño, perfeccionar la labor de nuestros medios de prensa es una tarea impostergable, que demanda toda la competencia, la virtud y el compromiso con la verdad de los hombres y mujeres que asumen el reto de informar, alertar, educar y proponer soluciones desde el ejercicio del periodismo.
Así se debatió en el XI Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, un evento que demostró con creces la necesidad de continuar ampliando la praxis periodística, y de avanzar hacia la multimedialidad; a lo que debe sumarse la labor permanente y eficaz en las redes sociales de internet.
En esta profesión no pueden dejarse espacios en blanco, pues ello propicia la desinformación y la manipulación. Es vital que la prensa cubana cubra todos los sucesos de interés social, pues no hay mayor enemigo para la credibilidad que el silencio.
En tiempos de subversión ideológica y recias carencias materiales, el ejercicio de un periodismo responsable y comprometido con el pueblo es coraza contra las campañas de descrédito que sostiene la maquinaria mediática capitalista contra la Revolución.
Por eso, hay que pasar a la ofensiva, medir el alcance de lo que se hace y tener en cuenta a las audiencias porque los públicos han cambiado, y resulta indispensable aprender las nuevas prácticas para tener mayor efectividad.
La prensa no puede permitirse la falta intencionalidad ni la violación de sus propias normas de producción periodística; como tampoco puede permitirse la utilización de un discurso manido, gastado y poco atractivo sobre los sucesos históricos o la necesidad de defender y consolidar el modelo cubano.
Cuanto más elevadas sean la calidad, la profundidad y la veracidad con que se ejerza el periodismo, mayor será su contribución a la solución de los problemas de la sociedad. Y más útil será la prensa a Cuba.