En un tiempo récord de 20 días, trabajadores de distintas empresas de Santiago de Cuba protagonizaron las acciones de mantenimiento y montaje de las líneas tecnológicas, para garantizar la entrega de combustible y otras facilidades operacionales en el correcto funcionamiento de la central eléctrica flotante de origen turco Karadeniz Powership Irem Sultan, la cual contribuye a la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional desde el Oriente.

En el Salón Sierra Maestra del Hotel Meliá Santiago, la UEB Santiago de Cuba Comercializadora, Importadora-Exportadora (Encomil), intercambió con nuevos actores económicos para ampliar colaboraciones en la prestación de servicios y desarrollo de negocios.

En el muelle por patanas, localizado en el litoral sur (Punta de Sal) de la bahía de Santiago de Cuba, perteneciente a la Refinería de Petróleo Hermanos Díaz, se efectuó el acto de estimulación a empresas y organismos que laboraron para el restablecimiento de este sitio, por donde entró la central eléctrica flotante de origen turco Karadeniz Poweship Irem Sultan, la cual contribuye a la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional desde el Oriente.

Pese a las complejidades, la Unidad Empresarial de Base (UEB) Santiago de Cuba de la Empresa Comercializadora, Importadora-Exportadora  (Encomil), desarrolla las alternativas de negociación y arrendamiento de espacios con formas de gestión no estatal, para la sostenibilidad de la entidad y su aporte a la recuperación del sector de la Industria Ligera.

Con más de 36 años de labor profesional, a la Ing.M.Sc. María Teresa Durán Silveira la Sociedad de Ingeniería Hidráulica le otorgó recientemente el Premio Nacional a la Vida y la Obra. Sierra Maestra se aproximó a la extraordinaria labor de esta fémina santiaguera:

Nancy vive con Raúl, su esposo, en una casita del centro de la ciudad de Santiago de Cuba. De matrimonio ya son 60 años, más que bodas de oro. Son las tres de la tarde de un domingo, y en su casa están intentando sostener una conversación, pero un potente y agujereante ruido no se los permite ni exaltando la voz o cerrando puerta y ventanas. En la cuadra, a pocos pasos
de allí, un grupo de jóvenes y adolescentes tienen puesta música bien alta; y cuando Nancy le pide de favor que bajen un poco el nivel, le responden con una mueca de insulto, la fiesta sigue y el escándalo aumenta.