Desde los primeros estudios, hasta su retorno durante el asalto al Cuartel Moncada, al frente de la toma del Palacio de Justicia en apoyo a su hermano. Luego en la lucha desde la Sierra Maestra junto al Ejército Rebelde. De sus huellas militares queda en el territorio los combates de La Plata, Arroyo del Infierno, sorpresa de Altos de Espinosa, y la toma del cuartel El Uvero, acción que pautó la mayoría de edad del ejército, según Ernesto Guevara de la Serna.
Pruebas de fuego que le hicieron digno del reconocimiento y respeto de sus compañeros. Actitud que se mantuvo firme en el período decisivo de la Guerra de Liberación Nacional, cuando cumplió con la misión de fundar el Segundo Frente Oriental Frank País, en el corazón de la serranía.
Aquí estuvo justo en los primeros años del triunfo revolucionario, como Jefe Militar de la entonces provincia de Oriente, hasta que asumió nuevas responsabilidades de mayor envergadura. Frente al Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ejército Oriental, defendió la libertad, independencia y soberanía del país.
Méritos como el de Héroe de la República de Cuba, la Orden Máximo Gómez de Primer Grado, y el Premio Lenin, reflejan una vida incesante al servicio de la Patria, que honra la historia de un país, y el presente y futuro de todo su pueblo. De la mano de la dirección de la Nación y el liderazgo del Partido, impulsó ideas y tareas para el desarrollo socioeconómico.
Su acompañamiento se vislumbra en el humanismo, junto a los afectados, ante el paso de algún desastre natural, aquí en Santiago cuando la realización de la III Cumbre Cuba-CARICOM (Comunidad del Caribe), en la consolidación de las relaciones internacionalistas, del lado de cada proceso de la vida de la sociedad.
Raúl Castro: el padre afectuoso, el esposo incondicional, el hermano fiel y dedicado, el líder justo y ejemplo a seguir, el amigo que no olvida a los héroes y mártires, el faro de millones de cubanos de todas las generaciones. Aquel que impregnó al Partido Comunista de Cuba la esencia de un verdadero revolucionario, expresó:
“Creo fervientemente en la fuerza y el valor del ejemplo (…) y que nadie lo dude, que mientras viva estaré listo, con el pie en el estribo, para defender a la Patria, la Revolución y el Socialismo”.