Inició su desempeño en BPA dos años tras su creación, durante la implantación de la Ley General de la Vivienda: “Empecé como Secretaria, me superé a Supervisora, especialista del área comercial, subgerente en esta esfera y luego gerente de recuperación de créditos, a raíz de la Revolución energética.
“En el 2019 nuevamente soy subgerente comercial hasta mi jubilación en el presente año. Siempre estuve en la Sucursal 8292 Plaza de Dolores; un total de 37 años. También asumí el cargo de Secretaria General del Sindicato por más de una década. Tenemos una formación muy buena, el Banco nos enseñó disciplina, organización, entrega y sentido de pertenencia.
“Siempre estuvimos en materia de resultados en los primeros lugares, tanto provincial como nacional, reconocidos con varios premios. La Sucursal insignia del territorio, una escuela para todos, que les permitió a muchos desempeñarse luego en puestos de mayor envergadura en la oficina central, otras sucursales y la dirección provincial.
“Se aprende mucho cada día, acorde con los constantes cambios financieros en respuesta al contexto socioeconómico del país; por eso se consultan manuales sistemáticamente; o cuando la automatización del trabajo manual al de computadora en el 95', que nos exigió más de igual manera.
“Cuando la ley General de la Vivienda entregamos títulos de propiedad en el Distrito, Agüero, San Pedrito, Marimón, fue todo un reto. Asimismo, cuando abrimos cuentas de ahorro por vez primera, ya que la población se concientizó sobre la disciplina monetaria y la conciencia de ahorro.
“Cada cargo es una enseñanza y requiere sacrificio, estudio, educar a los jóvenes, transmitir los conocimientos y que esa herencia se refleje en la atencion al público; he crecido como persona. En estos momentos estoy jubilada pero no retirada; cuando me llaman por mi experiencia siempre estoy dispuesta a apoyar”. Maira, como tantos otros, tienen aún mucho que aportar al Banco Popular de Ahorro y a sus compañeros; quienes ven en ellos al alma de la entidad.