Las imágenes de la devastación circulan en medios locales: techos que volaron, árboles derribados, fuertes riadas y operaciones de rescate dibujan el panorama en esa parte del país tras el meteoro, que tocó tierra en la noche del miércoles como un huracán categoría 3.
Por ejemplo, los poderosos vientos del fenómeno hidrometeorológico afectaron el techo del estadio de beisbol local de los Rays de Tampa Bay, el Tropicana Field, en St. Petersburg. Enormes franjas de su techo de paneles fueron arrancadas.
El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, dijo a la prensa que habría víctimas fatales confirmadas después de que el huracán Milton «produjera muchos tornados». La cadena cnn reportó que al menos diez personas habían muerto: cinco en el condado de St. Lucie, tres en Volusia y dos en Pinellas.
Explicó que Milton produjo marejadas ciclónicas «en lugares como Daytona Beach y Saint Augustine, y luego en el corazón de la Florida, en la cuidad de Orlando, hubo tanta lluvia en el lado norte de esta tormenta que estamos teniendo algunos eventos de inundaciones».
Una serie de advertencias y alertas fueron levantadas o degradadas a medida que el huracán Milton se adentraba en el mar esta mañana, ya con categoría 1; sin embargo, algunas alertas seguían vigentes hasta avanzada la jornada de ayer, como la de marejada ciclónica desde Sebastian Inlet, Florida, hasta Altamaha Sound, Georgia.
Por su parte, la Oficina del Sheriff del condado de Hillsborough indicó que estaban cortando árboles para reabrir algunas de las carreteras, después del pico del evento meteorológico en el área. «Hay líneas eléctricas y árboles caídos por todas partes», señaló el sheriff Chad Chronister, en una publicación en las redes sociales.
Milton fue el segundo huracán que azotó Florida en menos de dos semanas. El pasado 26 de septiembre lo hizo Helene (categoría 4), y sus efectos aún se contabilizan en seis estados del sudeste del país.