«Compartimos el privilegio e inmenso honor de ser embajadores del pueblo revolucionario», recalcó en la ceremonia de juramentación de los nuevos jefes de misiones en el exterior, encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Benítez Verson significó el hecho de que en el grupo «están representadas varias generaciones de diplomáticos cubanos». «Tenemos veteranos de varias misiones; otros no son tan jóvenes, pero nos unen convicciones y principios», enfatizó.
Como sellos que los distinguirán, destacó la austeridad, la modestia, la capacidad de flexibilidad táctica sin ceder nunca en los principios; el diálogo basado en el respeto mutuo; la firme convicción de no negociar jamás bajo presión o amenaza, así como la promoción consecuente de la amistad y la solidaridad.
«Cada diplomático cubano que habla en nombre de nuestro país lo hace desde el inmenso prestigio que tiene la Revolución Cubana. Esa es nuestra mayor fortaleza: el pueblo es el principal protagonista de nuestra diplomacia», aseveró.
En la solemne ceremonia, en la que también estaban presentes los miembros del Buró Político Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y el canciller Bruno Rodríguez Parrilla; así como otros funcionarios del Gobierno y diplomáticos cubanos; el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, destacó la «alta responsabilidad» que significa representar a Cuba en cualquier rincón del mundo.
Se representa a la Patria, subrayó, a un «pueblo noble, digno y abnegado; a la Revolución y al derecho soberano e irrenunciable de construir el socialismo».
Reconoció que «la tarea que se les encomienda no es sencilla; es compleja», y afirmó que, ante ella, contarán siempre con «la orientación, el respaldo y la supervisión oportuna».