La serbia Milica Zabic no era una desconocida, se habían enfrentado en varias oportunidades y hace solo unos meses se llevó la mejor parte en el Grand Slam de Bakú. Volvieron a verse, en octavos de final de la cita olímpica, e Idalys recibió tres shidos que no le permitieron avanzar.
Su éxito frente a Tulika Maan, de la India, había iniciado el camino bajo los cinco aros que tantas veces hemos visto, fue gracias a la técnica Katate-jime que superó el primer escollo, en solo 28 segundos de combate. Hubo que madrugar para seguir su actuación en la capital francesa, que pone fin a su carrera deportiva, según se anunció en Jit.
En sus vitrinas reluce la presea dorada en Londres 2012, las platas en Río 2016 y Tokio 2020, así como el metal bronceado en Beijing 2008, el legado es indiscutible. “Lógicamente me hubiera gustado llevarme una medalla, era el objetivo con el que vine. Todos los seres humanos tenemos retos en la vida y este era uno de ellos. Nadie dijo que sería fácil” expresó al medio.
“Siempre me van a ver sonriente, porque es lo que quiero transmitir, que un revés no significa la muerte. Simplemente hay que levantarse con la frente en alto y seguir hacia delante…Este no es el final de mi vida”, añadió la estelar judoca.