Sin embargo, para mí todos los amaneceres tienen la misma connotación que le ha dado ese organismo de la ONU al 1° de octubre. Y es que no existe sobre La Tierra algo más sano, alentador, vivificador que levantarse con música, la que a uno más le guste, y hacerlo sin estridencias, sin molestar a los otros. Esto te deja preparado para iniciar jornadas muy productivas porque tu espíritu está “musical”.
No creo, sin embargo, que la música pueda ser enclaustrada en un espacio del calendario como mismo ocurre con el amor por la pareja o por los seres más queridos: mamá y papá o por una buena amiga o amigo.
Ese regocijo espiritual que nos provocan los sentimientos dichos precedentemente, jamás podrá ser planificado ni fechado. Pero en fin, la Unesco así lo determinó y esto ocurrió el 1° de octubre de 1975, por iniciativa del violinista norteamericano Lord Yehudi Menuhin, quien aprovechó el momento en que era presidente del Consejo Internacional de la Música, para hacer la propuesta.
Y en verdad, el hombre lo que buscaba era “establecer una fecha común para promover el valor de la música y los ideales que ayuda a transmitir”, una iniciativa loable, que quizás haya estado inspirada en la mezcla monumental de raza del propio músico, pues Yehudi Menuhin también era conocido como Lord Menuhin of Stoke d'Abernon, nació en Nueva York el 22 de abril de 1916 y murió en Berlín, el 12 de marzo de 1999; fue violinista y director de orquesta, y aunque vino al mundo en USA tenía nacionalidades suiza, en 1970; británica, en 1985; era de origen ruso y tenía ascendencia judía.
Lo cierto es que Yehudi desde su posición en el International Music Council convenció a la Unesco para conmemorar el mencionado Día y de paso “honrar a todos los músicos y los estilos que disfrutan y comparten todas las personas, en el sentido de unir y compartir un mismo sentimiento”.
Lo que sí nadie celebra es el nacimiento de la música y es que su origen se pierde en el tiempo… nadie lo conoce. Y como al principio no existían los instrumentos para tocarla, la música se asocia al surgimiento del lenguaje, algo bastante creíble pues aún hoy ni el más complejo y avanzado artilugio creado por el hombre es capaz de trasmitir sentimientos como sí lo hace la voz humana.
En una fecha como este 1° de octubre, Día Internacional de la Música, los cubanos podemos ufanarnos de la historia de nuestro pentagrama con Miguel Velázquez, el primer músico criollo, y Esteban Salas, al frente ambos de una legión inmensa de grandes intérpretes, vocales e instrumentistas, y compositores.
Sin ir tan atrás para no hacer extensa esta reflexión, solo decir que encontramos una lista, en un sitio especializado, que ubica como las mejores canciones cubanas a: Lágrimas Negras, de Miguel Matamoros; Cómo fue, de Ernesto Duarte; Veinte años, de María Teresa Vera; Dos Gardenias, de Isolina Carrillo; Nosotros, de Pedro Junco; Qué te pedí, de Fernando Mulens; Toda una vida, y Siboney.
Ahí ni por asomo aparecen todos los números que se pudieran incluir y estarían a la par de los señalados. Igual que se deslindan de todas las demás y califican como la más famosa a “Veinte años” y como el cantante que fue y es el más famoso, a Silvio Rodríguez. Sin polemizar ¿dónde Ud. colocaría, entonces, a Benny Moré que cantaba de todo y lo hacía magistralmente, además de dirigir su “tribu” gigante sin saber música.
Aquí viene ahora una lista de ocho que bien pudiese ser de 88 mejores agrupaciones de son cubano: Trío Matamoros, dúo Los Compadres, Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro, La Sonora Matancera, Los Jóvenes Clásicos del Son, la Original de Manzanillo, el Buena Vista Social Club, y el Septeto Santiaguero. Igual, son portentosos estos ocho grupos pero ya lo señalé: pueden llegar a 88 y ni así.
Y como estamos hablando de música en su Día Internacional, vale señalar lo que muchos han determinado como la que más le gusta a los cubanos: el Danzón, el Changüí; el Son, el más universal de los ritmos cubanos; Mambo; Rumba cubana; el Punto cubano; el Chachachá; la Salsa y la timba cubana.
Pero si de bailar se trata, a todo lo señalado arriba hay que agregarle guaguancó, mambo y guaracha, y dejamos para el final lo que desde hace rato es y sigue siendo vanguardia entre los bailadores, por su altísimo nivel de convocatoria: la conga, la rueda de casino, y la timba.
Con muy buena intención, la Unesco declaró el 1° de octubre Día Internacional de la Música pero ocurre que hay países que si bien celebran esa efeméride mundial, lo hacen en días propios, ejemplo: varias naciones del Viejo Continente la festejan el 22 de noviembre; Francia lo hace el 21 de junio; Uruguay, el 10 de octubre…
Y ya que estamos en el ámbito internacional y tratando un símbolo de igualdad como es la música (el idioma que sí se entiende en el mundo entero), pues ahí también hay sus listas, igualmente polémicas algunas, pues entre los músicos (cantantes, instrumentistas y compositores) ellos sitúan a los 10 mejores de todos los tiempos: The Beatles, Madonna, Elton John, Elvis Presley,
Mariah Carey, Stevie Wonder, Janet Jackson, y Michael Jackson. Quienes hicieron esta relación creemos que pifiaron dos veces. La primera: incluyeron un nombre que nunca estará a la altura de los demás; la segunda: si son los “mejores de todos los tiempos” dónde dejaron a ese genio sin par nacido en Salzburgo, Austria, en 1756 que es Wolfgang Amadeus Mozart, capaz de componer su primera obra musical a los 5 años.
Ni voy a abundar en la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos, porque aun su fama, la revista Rolling Stone, que la publicó en 2004 y la reeditó en 2011 y es su versión más reciente, incluyó casi en su totalidad canciones anglosajonas, y lo mismo hizo con los mejores 500 álbumes y los mejores 100 guitarristas. Para rematar, más de 350 de ese medio millar de canciones comprenden solo las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX. Un despiste mayúsculo.
Como se puede observar es bastante veleidoso el tema del mejor compositor, el mejor instrumentista, las mejores canciones… en definitiva lo más aconsejable es que cada quien haga su selección y la disfrute, pero el Día Internacional de la Música, ese sí lo celebramos juntos, el mundo entero, por respeto y gratitud a la Unesco.