Por lo tanto sentí una satisfacción multiplicada cuando la llamada telefónica de un entrañable escritor y poeta me alertó: “La joven escritora santiaguera María de Jesús Chávez Vilorio acaba de ganar el Premio David, en la categoría de ciencia ficción”.

Satisfacción multiplicada sí, porque es santiaguera; porque personalmente me gusta lo bien que escribe, y porque compartimos, aunque brevemente, el colectivo de periodistas del “Sierra Maestra”.

Otra llamada me conecta con María de Jesús. ¡Qué lamentable! No está en Santiago de Cuba sino en la Capital. Fue a recibir su premio. Así y todo, por medio de la tecnología, fluye esta entrevista y lo que dijo sobre su obra ganadora y otros temas.

“… es una cuentinovela llamada ´Donde la noche es eterna´. La esencia es que los distintos cuentos están narrados a modo de piezas periodísticas. Hay reportajes, crónicas, entrevistas… Todas se entrelazan una a otra y es un homenaje al periodismo de investigación, pues son un grupo de periodistas valientes que arriesgan sus vidas para sacar a la luz las verdades que algunas fuerzas intentan esconder. El contexto es el que cambia: una humanidad que ha logrado salir de la Tierra y una profesión dividida entre lo que se hace con inteligencia artificial y un ´periodismo humano´ anclado en el pasado, que sí tiene en cuenta la subjetividad y falibilidad humana ante la frialdad de la máquina.

“Comenzó siendo una crónica sobre una Tierra arrasada y casi vacía, que ha sufrido una pandemia mucho peor que el covid y ha sido aislada del resto de la comunidad espacial, y cómo sus habitantes echan mano al ingenio para sobrevivir. Era, por supuesto, una alegoría al COVID-19 y todo lo que hemos tenido que sufrir por ello. Luego se convirtió en un libro con muchas voces y estilos diferentes, analizando, desde la ciencia ficción, las cosas que me preocupan sobre la actualidad y el rumbo que está tomando nuestra especie”.

SANTIAGO… LA CUNA Y EL INICIO

María de Jesús nació en 1995 en Santiago de Cuba y en 2019 se graduó como Lic. en Periodismo en la Universidad de Oriente. Antes, en 2016, ya había egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. También, obtuvo la beca Caballo de Coral en 2016.

Ha publicado los cuentos El triste oficio de dar muerte, revista Viña Joven (2014); Touché, en Ariete. Antología de la más joven narrativa cubana. Editorial Guantanamera, Sevilla, España, en 2018; Pura física, en País de Fabulaciones (antología), Editorial Cubaliteraria, La Habana, 2019; La alarma de neón rosa, en la revista Korad, obra por la que obtuvo el “Oscar Hurtado” de ciencia ficción y fantasía 2021, y ganó una mención en la misma categoría y publicación, con el cuento fantástico Los niños de Hameln.

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¿Cómo haces para sumergirte en la creación?

“Mi proceso creativo consta de tres partes. En la primera estoy dándole máquina a la idea, eso lo puedo hacer en cualquier parte pues se trata de pensar, hacer y responder preguntas que la idea te va sugiriendo y básicamente armarte un mapa mental de lo que quieres hacer; la segunda, lleva investigación. La ciencia ficción no es sencillamente sentarse a inventar. Hay que estudiar bastante para no meter la pata; la última parte es ya sentarme a escribir. Eso lo hago de preferencia en mi habitación, en las noches cuando la familia duerme y hay menos ruido. Para cuando me siento a trabajar, sé perfectamente lo que debo escribir, así que entre redactar y editar me toma mucho menos tiempo que las dos fases anteriores. Este libro lo terminé en seis meses”.

Tu mamá es una personalidad muy conocida en el ámbito de las letras y la Historia. ¿Ella influyó en tu inclinación por la escritura?

“Mi madre, Yamila Vilorio, es historiadora y eso me influyó, pero sobre todo en la necesidad de investigar cosas nuevas y ser muy meticulosa con la veracidad y verosimilitud de lo que escribo.

“Mi padre, sin embargo, es quien me inculcó la ciencia ficción como gusto y recurso. Sí quiero escribir novelas históricas. Es un sueño que llegará más adelante”.

Te graduaste como periodista en la UO. En tu opinión ¿qué diferencia hay entre ser escritor y ser periodista?

“La diferencia está, pero justamente en este libro intenté borrarla todo lo posible. Este libro es un homenaje a mi carrera, a las cosas buenas y malas que los periodistas vemos en la profesión. Porque siempre hay algo muy humano, un compromiso con la verdad, una serie de principios, y siempre hay una necesidad ajena de que uno no cumpla ese compromiso y no siga esa ética. La verdad es peligrosa para aquellos que no acostumbran a usarla. Por consiguiente, un periodista puede ser muy peligroso, es un homenaje a los colegas que en muchos lugares arriesgan todo, hasta sus vidas, por la verdad.

¿Hay más libertad creativa, o sea menos riesgo, en la escritura de ciencia ficción?

“Menos riesgo... Puede ser. Yo lo veo como más posibilidades. El mundo, la realidad a veces se queda corta, y es por eso que uno recurre a la metáfora, a la alegoría... a la ficción.

“La diferencia es que la ciencia ficción parte de los "y sí". Analizamos la sociedad y la actualidad y escribimos sobre lo que puede llegar a ser. Muchos de los avances tecnológicos y científicos de la realidad actual, ya se predijeron en una novela de uno de los míos. Y muchas de las cosas malas que vemos ya las había advertido uno de los míos hace, qué sé yo, medio siglo o más. Somos necesarios, aunque todavía haya mucha gente que lo vea como una literatura inferior”.

EL CAMINO DEL “DAVID”

Desde 1967, la Uneac creó el Premio David, el concurso literario más importante en el país para autores noveles. El certamen es un homenaje a la memoria de Frank País García, y ese “seudónimo ha impulsado a los jóvenes que inician su trayectoria en el arte de la palabra, contribuyendo a mantener vivo el interés de las nuevas generaciones por la literatura”.

El galardón en la categoría de ciencia ficción se otorgó por primera vez en 1979 y en su inicio fue anualmente; desde 1984, bianual; en 1990 fue la última convocatoria, temporalmente. Se retoma en 2015.

María de Jesús Chávez Vilorio es la primera representación santiaguera en obtener el Premio David en ciencia ficción; tres coterráneos, precedentemente, lo habían ganado en otras categorías.

En un calificador con Excelente, Bien, Regular o Mal ¿cuál le darías a la creación literaria hecha por noveles en Santiago de Cuba?

“Esa evaluación es peligrosa, porque lo que verdaderamente sucede en Santiago es que no sabe mantener al talento. Para la música y el baile, incluso el teatro, Santiago es excelente. Para el cine, la literatura, y sobre todo la de ciencia ficción, es un terreno duro, difícil. Estamos cambiando eso, pero falta mucho. Así que nuestros noveles se asustan un poco y una de dos: se dedican a otra cosa o se van. Queda crearles las oportunidades y saldrá talento hasta de debajo de las piedras, porque el santiaguero es talentoso, soñador, muy inteligente, muy ingenioso”.

Dejando a tu mamá al margen ¿tienes algún referente en la creación literaria?

“Mi madre es mi lectora beta ideal porque no lee ciencia ficción, así que ve los detallitos y errores que más nadie ve. Pero sí, referentes tengo varios: Internacionalmente, me gusta Neil Gaiman (inglés); Jasper Fforde (galés); Philip K. Dick, el holandés Thomas Olde Heuvelt. Del patio, varias mujeres: Elaine Vilar y Malena Salazar ya establecidas; Nathaly Hernández, de Matanzas, que viene subiendo con una fuerza increíble. Siento que la ciencia ficción cubana actual es más femenina y eso se nota, por ejemplo, en que el David de este año sea yo; el Calendario en 2023, Nathaly. La voz femenina es la que está moviendo cosas en la ciencia ficción cubana actual.

“Y hay que prestarle mucha atención a lo que está sucediendo en China, África y el Caribe. Salgamos un poco de Hollywood y busquemos voces más únicas”.

¿Tienes proyectos literarios inmediatos?

“Tengo dos libros en proyecto: una ,cuentinovela y una novela. La segunda es más difícil porque nunca lo he intentado. Ambas estarán muy enfocadas hacia el tema de la muerte y la identidad, sobre todo la identidad santiaguera”.

¿Cómo es tu nexo con la AHS?

“Bueno, pertenezco a la AHS santiaguera desde... 2016 o 2018. Es una institución que, si uno sabe utilizar los recursos que brinda, puede ser de mucha ayuda para crear carreras.

“… falta que la filial santiaguera tuviera su propia editorial, como tienen otros territorios… y crear un concurso literario nacional que gire los ojos de Cuba hacia lo que estamos escribiendo en Santiago. Creo que con empeño y un buen proyecto, llevado por alguien experimentado (que no soy yo, todavía, no vaya a ser que ahora digan hazlo tú) y con el asesoramiento de las otras generaciones de excelentes escritores de la ciudad, podría lograrse”.

¿Qué publicaciones y premios puedes mostrar?

“En 2023 obtuve dos premios, ambos con libros de cuentos de ciencia ficción: el colateral del Regino Boti, mención general en el Boti (Guantánamo) y el premio Portus Patris (Las Tunas). Ambos libros deben salir el año que viene o en 2026. He obtenido otros premios como el Oscar Hurtado que es específicamente de ciencia ficción y fantasía, pero se compite con un solo cuento (o poesía o ensayo). También fui organizadora del VII Congreso de Ciencia Ficción y Literatura Fantástica del Caribe, celebrado por primera vez en Cuba en marzo de 2024, en Santiago. Lo trajimos para acá por ser la capital del Caribe y para comenzar el arduo trabajo de posicionarnos como un centro de literatura de este tipo en el país. Falta un poco para eso pero estamos trabajando a fondo”.

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En la premura por terminar el diálogo ante un imprevisto externo, queda al margen en la conversación, felicitarla y reiterarle la admiración por su desempeño. Pero confiado en su inteligencia y sagacidad prevalece la seguridad en que ella lo infiere.