Se trata de un grupo de afecciones para las cuales nos vamos condicionando sin saberlo, mediante estilos de vida dañinos.

Por eso, y porque en Santiago de Cuba, como en el resto del país, el ictus tiene un impacto importante en detrimento del bienestar de la población, Sierra Maestra dialogó con la doctora Imilsy Delgado, especialista de segundo grado en Higiene y Epidemiología, responsable del Departamento
provincial de Enfermedades no transmisibles.

¿A qué se le denomina ictus?
“El ictus es la interrupción de la circulación de sangre que llega al cerebro producto de la ruptura o la obstrucción de un vaso sanguíneo. Esto impide que la sangre irrigue a una zona determinada del cerebro, por tanto, las células nerviosas del area afectada no reciben el oxígeno imprescindible para su funcionamiento, y mueren.

“La palabra “ictus” viene del latín y significa “golpe”. Se utiliza para nombrar este evento porque describe perfectamente el efecto brusco de la
interrupción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Es lo que las personas comúnmente llaman derrame cerebral, embolia, trombosis o
apoplejía.”

¿Qué síntomas pueden aparecer cuando ocurre el ictus?
“La sintomatología en estos casos puede ser diversa. Cuando la sangre no circula adecuadamente por el cerebro pueden aparecer alteraciones transitorias o permanentes . “Algunas de las principales manifestaciones clínicas pueden ser la alteración brusca del lenguaje; la falta de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo, que por lo general afecta una mitad del cuerpo y se
evidencia sobre todo en la cara y en las extremidades; la pérdida de coordinación o equilibrio; el dolor de cabeza muy intenso; y los cambios en la visión con pérdida de esta en uno de los ojos, visión doble o incapacidad de ver objetos en algún lado del campo visual.

“La población debe saber que ante la aparición de uno de estos síntomas, hay que buscar atención médica con urgencia porque la asistencia inmediata al paciente puede ser decisiva para salvarle la vida.”

¿Qué consecuencias puede tener el ictus?
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año unos 15 millones de personas sufren ictus y de estas más de cinco millones fallecen. Así que una de las principales consecuencias de esta enfermedad es la muerte. De hecho, es la tercera causa de muerte en el mundo, y en nuestro país tiene un comportamiento muy similar.”

“Quienes sobreviven a un accidente cerebrovascular suelen presenter secuelas. Esta es la principal causa de discapacidad física en personas adultas y la segunda de demencia. Se afirma que el ictus es más incapacitante que el resto de las enfermedades neurológicas. Por eso es
tan importante trabajar en su prevención desde edades tempranas y a lo largo de la vida.”

¿Cuáles son los factores de riesgo para la aparición de los accidentes cerebrovasculares?

“Entre los principales factores de riesgo están la hipertensión y la edad avanzada. Se plantea que después de los 55 años cada década que pasa
se incrementa el riesgo de sufrir un ictus. Sin embargo, cada vez es más frecuente que afecte a personas jóvenes.

“También la diabetes, el sedentarismo, la obesidad, el colesterol elevado, y la adicción al tabaco, al alcohol y/o a las drogas pueden condicionar un
accidente cerebrovascular.

“Se condidera que las personas aquejadas por enfermedades vasculares (insuficiencia coronaria, insuficiencia cardíaca o enfermedad arterial
periférica, etc.) presentan una mayor probabilidad de tener un ictus.

“También hay factores de riesgo menos documentados como la migraña y el uso de anticonceptivos hormonales.”

¿Cómo puede prevenirse el ictus?

“Es muy importante la labor preventiva a nivel social, en la que deben participar todos los sectores, encabezados por Salud Pública. Creo que
con el liderazgo o asesoramiento de los trabajadores de la Salud, todas las instituciones, los centros laborales y las comunidades pueden promover conocimientos y acciones para prevenir los accidentes cerebrovasculares así como las enfermedades a las cuales se asocia su aparición.

Por eso tenemos que seguir trabajando para sensibilizar a las personas con este tema, para que todos seamos parte de la solución de un serio problema de salud.

“Ahora bien, a nivel individual es muy importante el autocuidado: para evitar el ictus hay que modificar los estilos de vida. La mayoría de los factores de riesgo pueden prevenirse o modificarse.

“Controlar adecuadamente la hipertensión arterial y la diabetes disminuye el riesgo; hay que suprimir el consumo de sustancias tóxicas (tabaco, alcohol, drogas); hay que controlar el peso corporal… Hay que reducir el consumo de sal a 2,3 g al día; hay que ingerir alimentos ricos en potasio (espinacas, col, uvas, zanahorias y cítricos) porque el potasio contribuye a regular la tensión arterial y por tanto se evita que aparezcan accidentes cerebrovasculares transitorios.

“Resumiendo: la práctica regular de ejercicio físico, una dieta sana, el manejo adecuado de las enfermedades crónicas y evitar o eliminar las adicciones mencionadas, son las claves para prevenir los accidentes cerebrovasculares”, concluyó la experta.

De acuerdo con información de la OMS, una de cada seis personas en el mundo padecerá un ictus en algún momento de su existencia. Sin embargo, el 80% del riesgo de un accidente cerebrovascular se puede evitar con hábitos de vida saludables. La prevención es la vacuna contra el ictus.