Nuestro Partido, en condiciones extremas, ha sido el ‘alma de la Revolución’ y sin él no existiría. Por eso es su responsabilidad indelegable no permitir que lo que debilita a la Revolución (corrupción, ilegalidades, inflación y descontento popular) se expanda. Lo que toca es dasarraigarlo y, en consonancia hacer cumplir la máxima fidelista de ‘cambiar todo lo que debe ser cambiado’.
A nuestro Partido lo que no puede sucederle es que el pueblo cubano, unido en torno suyo, pierda la confianza en un presente y futuro socialistas.
La Asamblea Nacional del Poder Popular siguió el rumbo del VI Pleno, los diputados asumieron la necesidad de intercambiar periódicamente con las instituciones y autoridades locales; participar en plenarias, audiencias públicas, actos masivos, reuniones de trabajo y otras actividades.
Corresponde al Presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popolar (AMPP) y al Intendente exigir, garantizar y controlar la atención a los planteamientos, así como a la AMPP evaluar trimestralmente la atención brindada por el Consejo de la Administración Municipal a los planteamientos.
Nuestro Comité Central y el Parlamento escudriñaron a la República y marcaron las pautas. Resta cumplir, exigir y no permitir cuestiones que laceran la construcción del socialismo.
El primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República Miguel Diaz- Canel indicó “pasar del discurso a la acción” e identificó las cinco prioridades de trabajo: desarrollo económico; atención social; fortalecimiento institucional; trabajo con los cuadros, y fortalecimiento ideológico”.