Con la muestra “Memorias de una vida fecunda” (acuarelas y dibujos con carboncillos de Bofill Cayol), abierta por la tarde del viernes en la pinacoteca “La Confronta, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en esta ciudad, se completó el primer día de la celebración organizada por el Centro Provincial de Patrimonio Cultural (CPPC).
Como “fiel representante de la cultura santiaguera de todos los tiempos” calificó a Bofill la Dra.C. María Teresa Fleitas Monnar, profesora universitaria, en sus palabras que dejaron inaugurada la exhibición.
Asistieron a la apertura, Yudith Pérez Vilorio, subdirectora provincial de Cultura; Suitberto Frutos, director del CPPC; Rodulfo Vaillant García, presidente de la Uneac en el territorio, y una representación amplia de directivos de centros y consejos del sector de la Cultura, artistas de todas las manifestaciones y público en general.
“Si un impulsor tenaz tuvo la cultura santiaguera durante la República, además de Emilio Bacardí y José Joaquín Tejada, ese fue el insigne artista José Bofill Cayol (1862-1946) en quien se depositó la confianza para dirigir el entonces Museo Municipal de Santiago de Cuba, hoy Museo Provincial Emilio Bacardí Moreau”. dijo la Dra. Fleitas Monnar.
Acuarelas sobre cartón, papel y cartulina; una obra mixta (tinta aguada) sobre cartulina, y carboncillos sobre papel son las técnicas de las 16 obras incluidas en la exposición, que abordan temas como paisajes urbanos: “...Viejo Museo”, “Plaza de Santo Tomás”, “Iglesia del Carmen”, “Tejados Coloniales”... y tres “Retrato de Hombre”; también: “El cometa Halley”, “Interior del Morro”...
Previamente, la actividad inicial de la Jornada se desarrolló en la Sala de Arte, extensión del Museo Bacardí, con la conferencia “Huellas del magisterio de José Bofill Cayol, en la vida y obra artística de Juan Emilio Hernández Giro”, a cargo de la M.Sc. Bárbara Oraima Argüelles Almenares.
En la Uneac, Fleitas Monnar, una de las voces autorizadas aquí para ahondar en las artes visuales, recordó que “si el museo fue su pasión, la pintura y el dibujo lo acompañaron siempre. Desde temprana edad se inició en el arte del dibujo con el maestro Antonio Vallejo.
“Su primer dibujo a la plumilla lo hizo a la edad de 17 años y está fechado en 1879. También ejecutó excelentes dibujos al carboncillo. Pero la técnica que lo hizo destacarse fue la acuarela. No se tiene constancia de con quién ni cuándo la aprendió, pero quizás haya sido en una estancia que tuvo en su niñez en Barcelona, donde ya existía desde 1865 la agrupación de acuarelistas El embudo, que más tarde se convirtió en el Centro de Acuarelistas de Cataluña e irradió el estudio de esta técnica pictórica. Quizás fue de manera autodidacta, mirando las acuarelas que en Santiago se hacían desde el siglo XIX sobre placa de marfil o cartulina. Quizás fue con el mismo Vallejo.”
Añadió la especialista, que “las acuarelas de Bofill fueron abundantes y muy admiradas por los artistas conocedores de las dificultades que entraña esa técnica, y por sus discípulos. Así fue sentando escuela y hoy se considera un precursor de la técnica…”
Expresó Fleitas Monnar, que el artista en sus obras, hizo reverencia a la ciudad natal, de la cual captaba el rincón urbano, la callejuela, la esquina, los restos de la arquitectura colonial que subsistían “y legó un paisajismo urbano colorido y vital a su propia generación y a las futuras… para ofrecer imágenes pletóricas de belleza y calidez”.
Hoy sábado 5 de noviembre y como parte de la Jornada, a las 18:00 horas en el espacio “Esquina de los artistas”, justamente en la escalinata de entrada del Museo Bacardí, además de la actuación de los intérpretes y conductores, una especialista abordará el tema sobre las distinciones honoríficas de José Bofill Cayol.
