En 1909 la Cuban Railroad Company compró el solar conocido como La casa de Granda por su antiguo dueño Don Manuel de Granda, con el objetivo de utilizarlo como sitio de tránsito de funcionarios, empleados y tripulaciones de trenes que pernoctaban en la urbe.

Luego el presidente de los ferrocarriles, Horacio S. Rubens, encargó un proyecto de hospedaje al reconocido arquitecto santiaguero Carlos Segrera, y su construcción a la compañía Amigos y hermano, el cual fue culminado en solo seis meses, constituyendo motivo de admiración por el breve tiempo empleado y la calidad de su ejecución.

En 1953 el inmueble fue adquirido por la firma Losada, López, Lacau, S. L., y 10 años más tarde pasó a ser operado por el Instituto Nacional de la Industria Turística, y después asumió su dirección la Empresa de Hoteles, Restaurantes y Centros Nocturnos.

Al organizarse el Ministerio del Turismo en 1994, se modernizó la instalación y se dotó de servicios y requerimientos necesarios para ostentar la categoría de cuatro estrellas.

Según Isela Viamontes, directora general del Complejo Hotelero Santiago Ciudad, a fin de preservar los valores originales de la institución y ofrecer a los visitantes una experiencia única que combine la historia con comodidades modernas, se labora en la remodelación de infraestructuras, mobiliario, habitaciones, restaurante y cocina, esta última relevante por sus sabores locales e internacionales.

Dijo a la Agencia Cubana de Noticias que de conjunto con los nuevos actores económicos desarrollan acciones de mantenimiento en La Terraza Snack Bar y Roof Garden, espacios de obligada visita para quienes buscan el descanso agradable, y también vistas y fotos panorámicas de lugares emblemáticos de la localidad, su bahía y la Sierra Maestra.

La fachada de esta centenaria edificación se distingue por la sobriedad y majestuosidad en sus elementos compositivos, en tanto el segundo y tercer pisos guardan simetría en los vanos y decoraciones de sus balaustradas, mientras que en los cuartos se recarga la ornamentación y las ventanas están conformadas por arcos de medio punto, sostenidas por delgadas columnillas.

Su ubicación privilegiada, cerca de importantes atractivos de la urbe, lo convierte en punto de partida, para explorar sitios como la Casa de la Trova, el antiguo Ayuntamiento, la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral y el Museo de Ambiente Histórico, otrora Casa del Adelantado Diego Velázquez.

Viamontes afirmó la superación de los trabajadores, con el objetivo de convertir la estancia de los huéspedes en experiencia inolvidable, integral y de celebración de la elegancia y hospitalidad excepcional.

Significó el orgullo de dirigir un equipo creativo y capaz, que defiende la vitalidad de un hotel de más de 100 años, con deseos de aprender y hacer de manera diaria por un mejor turismo de ciudad, valorativo del patrimonio cultural e histórico.

Calificó al “Casa Granda” como único y emblema arquitectónico de la urbe suroriental, y definió como proyecciones para el 2024 incrementar los niveles de ocupación y las exportaciones de servicios, así como brindar una atención de excelencia a los clientes.

Al adentrarse en el icónico edificio, los vacacionistas son recibidos por una atmósfera de refinamiento, donde sus elegantes y amplios pasillos, techos altos y detalles ornamentales, garantizan una estancia exclusiva, confortable y satisfactoria.

Entre las personalidades que han sido sus huéspedes destacan Lola Flores, Libertad Lamarque, Graham Greene, Joe Louis, Babe Ruth, Tito Guizar, Jorge Negrete, Pedro Vargas, José Raúl Capablanca, Ernesto Lecuona, Alicia Alonso, Rosita Fornés, María de los Ángeles Santana y Aurora Basnuevo.

Por su parte, Yoandro Matos, cantinero, se refirió a las capacitaciones realizadas a quienes laboran en los bares del establecimiento, con el propósito de mantener la calidad en la elaboración de las bebidas y complacer a quienes prefieren, de forma mayoritaria, el mojito, daiquirí y Cuba libre, cocteles insignes de la isla caribeña.

Expresó con beneplácito el orgullo de formar parte de la icónica instalación, y significó la responsabilidad que eso demanda en la búsqueda de la autenticidad, para marcar la diferencia con el resto de los hoteles del territorio indómito.

En el 2021, durante la compleja situación provocada por la COVID-19, el "Casa Granda" funcionó como centro de aislamiento, asumiendo la atención a los turistas que se encontraban en esta provincia y Guantánamo para su posterior evacuación del país, y, además, alojó a profesionales del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología encargados del estudio de la vacuna Abdala.

Asimismo, los trabajadores garantizaron la alimentación del personal de los 22 vacunatorios, y otro tanto de comidas para llevar y un grupo de entregas a domicilio.

Este colectivo ostenta la Bandera Proeza Laboral y la de Vanguardia Nacional, el reconocimiento de Líder de la Calidad, el Por la Senda del Triunfo, Eficiente Nacional, el Sello al Valor y la certificación por un Turismo Más Higiénico y Seguro.

Inaugurado en enero de 1914, el “Casa Granda” continúa siendo sitio de elegancia y distinción, imprescindible para aquellos que buscan sumergirse en una aventura única por Santiago de Cuba.