Al escuchar esta semana los testimonios de los jóvenes de esa nación que estudian en Cuba en el intercambio con el presidente Miguel Díaz- Canel y otros dirigentes, los sentimientos afloraron al imaginar cuánto han pasado esas familias.

Imposible olvidar las palabras de una joven que narró -entre sollozos- la pérdida de 40 de sus familiares; otra que en el último mensaje que
recibió de su mamá esta le decía que el peligro era inminente, pero que su deber era seguir estudiando y hacerse médico, porque ella era el relevo, que debía resistir; o la que por el dolor solo atinaba a llorar y dormir algo en medio de los exámenes, hasta que una fuerza mayor la hizo reaccionar y el día antes se preparó porque “su sentido de estar
en Cuba era hacerse médico”.

Este 29 de noviembre fue el Día Internacional de Solidaridad con el pueblo de Palestina, pero hay muchos países que no han reaccionado, tal vez por eso, al intervenir el embajador dijo con sentidas palabras que pide ayuda para que se exija el cese DEFINITIVO del fuego y más acción internacional para poner fin a la ocupación y a la violencia.

Nuestra posición está clara y ha sido ratificada, desde 1973 Cuba rompió relaciones diplomáticas con Israel y defiende el derecho de que Palestina sea un estado independiente. Cuba es solidaria y respalda su ingreso como miembro pleno de las Naciones Unidas. No estamos ni estaremos indiferentes.