Delmis Sánchez, director de la entidad, en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias comentó que con vistas al próximo 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, se realizaron cambios en la fachada y en las instalaciones de los recursos como los conductos hidráulicos, el gas y la electricidad.

Explicó que el salón principal continúa en restauración debido a los daños propios de una construcción antigua de la ciudad, fundamentalmente filtraciones y roturas en las losetas.

A la par de los cambios estructurales, la unidad ratificó la venta regular de los productos destinados a la población y el desempeño eficaz de las potencialidades productivas, para reducir importaciones durante los primeros seis meses del año, precisó.

Sánchez aseguró que el único inconveniente en los esquemas de comercialización es mantener el traslado de materias primas, una vez por mes, desde la empresa Stella S. A., radicada en La Habana, hasta territorio santiaguero, situado a unos 870 kilómetros al este de la capital.

Los proveedores más cercanos, de Guantánamo, ofrecen los derivados del cacao sin procesamiento industrial y Compay Tiago aún carece de equipos para estas funciones, dijo

A pesar de esta limitación, precisó, al centro llega la masa de chocolate y otras coberturas para la elaboración de bombones, variedad de helados y cuñas de dulces, que se luego se comercializan en La Fraternidad o en su extensión, la Heladería Infinita, en la intersección de Garzón y K, del reparto Sueño de esta urbe.

Estos productos de alta demanda en la localidad cabecera mantienen precios asequibles que oscilan entre los 10 y 500 pesos cubanos (CUP), teniendo en cuenta el tamaño y los ingredientes empleados, significó el directivo.

La Fraternidad, ubicada al frente de la emblemática Plaza de Marte, cumplió los planes de producción hasta la fecha; recauda un promedio de ocho mil CUP diarios y se yergue como ejemplo de empresa comercial dedicada a la repostería y helados en el país.