Ellos son parte de los 16 muchachos que, en el marco del II Pleno Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), fueron abanderados por Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central del Partido, con el propósito de llevar por toda la Isla un mensaje claro: el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos es una losa que frena el desarrollo de Cuba, pero no doblega su espíritu.
La expedición, organizada por la UJC y con integrantes del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), tiene como objetivo sensibilizar a las nuevas generaciones sobre los estragos de esta política hostil. En Santiago su paso dejó huellas profundas.
Una guerra silenciosa con rostro humano
Los datos son fríos, pero las historias no. Alejandro Rosés Pérez, funcionario del Minrex, detalló cómo el bloqueo estrangula áreas vitales. “Estados Unidos ha cortado flujos de remesas, sancionado empresas como Fincimex -contraparte cubana de Western Union- y obstaculizado el turismo. Desde 2017, prácticamente no llegan turistas estadounidenses”.
El sector de la salud también sufre. Rosés Pérez relató cómo el gobierno estadounidense presiona a naciones del Caribe para que rompan colaboraciones médicas con Cuba. “El Secretario de Estado Marcos Rubio amenazó con retirar visas a líderes políticos y ministros de Salud del Caribe que trabajen con nuestras brigadas”, dijo.
Juventud que alza la voz
En el reparto Abel Santamaría Cuadrado, una comunidad en situación de vulnerabilidad de Santiago, Karla Arrieta, funcionaria de la dirección de organismos internacionales de la dirección general de asuntos multilaterales del Minrex también escuchó las preocupaciones de los jóvenes: “Hablamos de sus aspiraciones, de cómo perciben el bloqueo. Esto nos ha permitido recibir consideraciones muy diversas, sumamente útiles para pensar y reflexionar con ellos”.
Jonathan Mckenzie Monés, otro integrante de la expedición, enfatizó el propósito: “Necesitamos que la juventud entienda que el bloqueo no es un tema abstracto. Es el principal obstáculo para nuestro desarrollo. Detrás de cada cifra hay familias, sueños truncados.
“Esta expedición está enfocada fundamentalmente en el público joven, por tanto las dinámicas de los jóvenes son muy diferentes a las que estamos acostumbrados a tratar en este tema del bloqueo, y por supuesto con sus interrogantes, con sus preguntas nos han hecho reflexionar acerca de elementos del discurso político, hacia elementos de enfoque dentro de la propia campaña del bloqueo que pueden estar mejor enfocadas y dirigidas a todo tipo de publico.
“En cuanto a las experiencias evidentemente para nosotros también como profesionales nos ha impuesto una nueva manera de expresarnos, unos nuevos códigos que seguir para transmitir informaciones del discurso político que a veces son más técnicas o engorrosas para hacérselos llegar de la manera más clara y directa a la gente, al pueblo en general, por tanto ha sido un crecimiento profesional no solo para la diplomacia sino también para nuestra formación”, expresó Carlos Alejandro Moreno Camejo, especialista del Minrex.
En la Ciudad Héroe, la expedición tuvo diálogos en universidades, centros de la Enseñanza Media y empresas. En el Laboratorio Farmacéutico Oriente, trabajadores compartieron cómo el bloqueo limita el acceso a reactivos y tecnología puntera, pese a que Cuba produce vacunas reconocidas mundialmente.
La expedición “Tumba el Bloqueo” es más que una campaña de denuncia; es un llamado a la solidaridad. Como escribió un joven santiaguero en un mural improvisado hace algunos años: “El bloqueo es viejo, pero nosotros somos nuevos”.
Al cierre de este trabajo, los cuatro expedicionarios preparaban sus mochilas. Les espera Holguín y luego Granma. El camino es largo, pero -como la historia de este país- está lleno de voces que no se callan.