Gran talento boxístico evidenció la escuadra santiaguera, al alzarse a principios de este año en el I Campeonato Nacional, desarrollado en La Habana, y recientemente, quedando en un loable tercer puesto durante la segunda edición que tuvo lugar en Camagüey, para escoltar a los equipos guantanamero y habanero.
Dayana Núñez (54 kg) ha sido partícipe de esos resultados, bien puede decir que fue la primera monarca nacional en su división y ahora lucir satisfecha otra presea, bronceada. Todo inició en 2023, cuando dio el salto definitivo hacia este deporte, aunque ya había tenido un acercamiento previo.
Su trayectoria es aún más extensa, pues despuntó como taekwondista. “A los 21 años tuvieron que darme baja por lesión en las piernas; seguían gustándome los deportes de combate y me incliné por el boxeo femenino, cuando empezó en el país”, compartió con Sierra Maestra.
¿Por qué los deportes de combate?, es la pregunta que pesa y su respuesta se mantiene sencilla y genuina: “Me han gustado desde siempre”. Experiencias no le han faltado a la atleta de 30 años, que ha sido también profesora de defensa personal.
“Hay personas que dicen: ´boxeadora´ y sí, se sorprenden, pero nunca ha habido discriminación, me he sentido apoyada, principalmente por mi familia”, argumenta que el colectivo de entrenadores es el otro sostén indispensable.
En esto concuerda Diana Pérez (60 kg), quien ahora es doble medallista de plata en certámenes nacionales. Su vida ha estado marcada por el judo y la lucha, como atleta y entrenadora en esta última, hasta que se abrió un espacio para las damas en el deporte de los puños.
Tenía 33 años cuando arrancaron sus entrenamientos en la Sala Polivalente Alejandro Urgellés, solo unos meses antes del primer campeonato doméstico. “En ese tiempo, tuve que aprender muchas cosas, pienso que la base que tenía en otros deportes de combate me ayudó”, recuenta.
¿Qué experimentan sobre el ring? ¿Cómo asumen las peleas? Enfoque y disciplina, son las claves de Dayana. “Hay que definir cuál es la voz del entrenador, entre tantas personas que están presentes, mantener la concentración y seguir su guía.
“En el boxeo, la fuerza de voluntad debe ser tremenda, porque no es fácil, hay que tener mucho corazón y ser valiente. Aplicar la psicología y dominar la técnica, por supuesto”.
La responsabilidad de ser madres y trabajadoras se complementa con la que han asumido en los exigentes entrenamientos y las competencias en las que se han presentado, junto a sus compañeras Erlis Cobas (66 kg) y Dayira Mesa (+66 kg), quienes se colgaron medallas de plata en tierras camagüeyanas.
Desdoblarse de esa manera es sinónimo de fortaleza -al decir de Diana-, ella considera que su camino en el boxeo no debe extenderse demasiado, debido a su edad, pero tiene grandes sueños: “ser medallista en eventos internacionales”.
Dayana vislumbra un futuro prometedor. “Creo que el boxeo femenino será igual o mejor que el masculino porque las mujeres cubanas tenemos fuerza, seguridad, somos las Marianas. Con el paso de los años habrá auge, veremos a campeonas mundiales y olímpicas; nosotras vamos a seguir hasta que se pueda, pero exhorto a las muchachas más jóvenes a que si les gusta esta práctica, dejen a un lado los prejuicios”.